¿Cuál
es el punto exacto donde debemos comenzar algo?. ¿Cuál el conveniente para
iniciar lo que siempre está en la mente?. ¿Desde dónde hasta dónde?. ¿Ahora o
después?. ¿Ya es tarde o aún estoy a tiempo?.
Espero que nuestro comienzo de año no
esté cargado con estas preguntas.
Empieza
donde estés. O continúa desde el punto al que has llegado.
No
da resultado los buenos propósitos; ese “ lo intentaré” que ya conlleva una
especie de negación en su enunciado. O el listado de buenos propósitos que este
día nos trazamos para olvidarlos casi al mismo tiempo.
Antes
de tomar decisiones debemos tomar conciencia de lo que necesitamos, del punto
donde estamos y de lo que queremos.
Estar
seguros de quererlo y decidir lo que no queremos. No hay tiempo definido para
tomar la decisión que más nos convienes, pero sí debemos poner los plazos para
comenzar a dar el primer paso del nuevo camino.
No
tiene por qué ser hoy. Ni los dilatados lunes en los que solemos fijar el
comienzo de las dietas.
No
tiene por qué ser mañana. Pero tiene que ser en algún momento.
No
hace falta cuestionarse lo que pasó, el por qué se hizo algo o se dejó de
hacer. Ni las maldades o bondades que protagonizamos para estar en el punto en
el que nos encontramos. Ni siquiera lo doloroso del destino que tenemos detrás
para comenzar en el punto exacto donde estemos.
Hoy
comenzamos un nuevo calendario.
Hoy
podemos comenzar relajándonos en silencio durante un rato. A solas con nosotros
mismos. Estando presentes. Tomando conciencia de la vida resumida en un
instante eterno.
Siendo.
Estando.
Pasemos
el día en serena consciencia con nosotros mismos. Solo así podremos volver al
exterior y recomenzar.
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