“Tus palabras te liberan o te condenan.”
Cierto rey compro dos esclavos.
Uno extremamente guapo, y el otro muy pero muy feo.
Mandó el rey al primero a tomarse un baño, y en su ausencia cuestionó al segundo. Le dijo que su compañero dio muy malas referencias de el, de su mal caracter y que era un ladrón, y le pregunto si era verdad.
El segundo esclavo contestó que el primero era lleno de cualidades,
las cuales correspondían a su belleza externa.
Y que si el primer esclavo había dado malas referencias, era probablemente cierto.
El rey le recuerda rápidamente que la belleza real es interna, y que la belleza externa es solo un accidente, y que lo más importante es la "substancia" del alma eterna.
Así pues el rey mandó al segundo a tomarse también una ducha.
Y entonces mandó a llamar al primero, y le dijo que el segundo había dado muy malas referencias de él; que no era digno de estar con el rey, le preguntó entonces que pensaba acerca de esos comentarios.
El esclavo respondió diciendo que el segundo era un mentiroso y un traidor, un mal portado y no digno de ser su amigo.....
La moraleja del cuento es que "Cada hombre se esconde bajo su propia lengua", y su lengua lo traicionará o sacara a luz sus atributos tarde o temprano.
Así que recuerda "la seguridad del hombre está en el control de lo que sale de su boca, el que controla su lengua se domina también a sí mismo."
Por dos veces seguidas, mi lengua ha hablado. Mas no era yo, sino la encargada de decepcionar a las personas que más amo...,
ResponderEliminarLa decepción siempre estáen las expectativas, Xara. Posiblemente se esperase de ti lo que no podías dar.
ResponderEliminarNunca me olvido del cuento del escorpión y la rana. Efectivamente, por mucho que deseemos que alguíen se ajuste a nuestro modelo de pensamiento, el/ella serán como su condicón y estadio evolutivos les permita.
Si se habla con el corazón...ninguna palabra está mal dicha.
Besos***