No entiendo la vida sin pasión. El entusiasmo por cada
instante, la exaltación de lo que agrada,
el goce por disfrutar cada momento!. Que no tengamos que decir más tarde…!Qué
feliz fui!, dejando silenciada la otra parte de la oración ( qué pena que no me
di cuenta).
Todo lo que comenzamos supone un nuevo reto. Levantarnos cada
día es como volver a comenzar la vida.
Siempre me ha gustado poco dormir; será porque sin ser
consciente siento que al cerrar los ojos muero de alguna forma. Por eso duermo
mal. Por eso necesito despertarme de vez en cuando para comprobar que sigo
viva.
Hace mucho tiempo, cuando mi hijo era muy pequeño me
sorprendió con una pregunta que él mismo se contestó sin darme tiempo a
responder. ¿Cómo es la muerte?...y se contestó a continuación: “morir es dormir
pero sin soñar”.
Esa frase caló hondo en mi corazón; “dormir pero sin soñar”…y
fue dando forma a mi aversión por el sueño.
No sé si morimos un poco todas las noches. No sé si nos
adentramos a otra dimensión, no sé si estamos con otras gentes en otros mundos.
Tal vez sea esto también la muerte. Tal vez el sueño sea un ensayo.
Posiblemente, cerrar los ojos no signifique la oscuridad eterna. Quizá, cuando
los cerremos veremos de nuevo lo que ahora es imposible apreciar.
De todos los modos, de cualquier forma, sea como sea, he
llegado a la conclusión de que la vida hay que vivirla gozando. Estimando cada
rasgo de ella, apreciando cada gotita de tiempo; el intenso o el tranquilo.
Es siempre una pérdida lo que no se goza. Cada instante
perdido no vuelve. Si esto lo entendiésemos bien no querríamos ver correr el
reloj tan deprisa. No nos afanaríamos en pasar rápido por los días para
alcanzar metas que al conseguirse se disuelven porque la única meta que vale la
pena todo el tiempo es, precisamente, la de gozar intensamente cada momento,
incluso los malos.
El tiempo se encarga de borrarlo todo, de desteñir el odio, de
aligerar la angustia, de borrar del alma hasta el más pequeño arañazo porque después
de todo, hay muy pocas cosas que merezcan la pena.
Yo al menos, así lo siento.
No hay comentarios:
Publicar un comentario