La experiencia me dice que hablamos demasiado del amor en el amor. Que tratamos de atraparlo entre el sonido ronco de las palabras brillantes que quieren expresarlo y que se escapa por las rendijas de los silencios que no tienen forma definida.
Cada término aplicado al amor corresponde a otra cosa. No podemos concentrarlo en el ruido sonoro de las letras, ni en la grafía verborreica de vocablos que nunca podrán definir el estado en el que el corazón se expande en un mar se sensaciones que rozan la locura.
Cuando pretendemos echar la red sobre la emoción de sentir el amor, en lo más profundo del alma, siempre se escapa.
Hablamos demasiado del amor que se va, del que llega, del amor en estado puro, del desamor y de todo lo que relacionado con él parece pertenecernos por haberlo vivido alguna vez.
Hablamos y hablamos como si cada palabra fuese una sentencia justa ganada al tiempo por la experiencia que nos avala. Sin embargo, el verdadero tránsito por el amor no puede definirse, ni puede condensarse en términos usados hasta el infinito para dar forma a lo informe.
Cuando de verdad el amor está dentro no puede ajustarse a las costuras del lenguaje. ¡Cuántas veces de tanto hablar de amor lo hemos perdido por el camino!. ¡En cuántas ocasiones, mientras decimos -te quiero- una y otra vez, el sentimiento está huyendo sin saberlo!.
Una mirada tiene mayor valor que mil palabras. Ese latigazo profundo y duradero de la retina que se hunde en el alma sin decir nada porque no lo precisa.
Muchos son los momentos en los que nos gustaría expresar con los ojos tantas y tantas cosas diferentes a lo que la palabra comunica. Para hacernos entender con la contemplación de lo que amamos debemos estar anclados profunda y serenamente en la emoción de querer permanentemente; solo así el otro podrá comprender el mensaje que va directo al corazón. Sin palabras que distorsionen el lenguaje del alma.
La próxima vez que digas TE QUIERO hazlo con el silencio y comprueba, cuando mires a los ojos, que el mensaje ha sido recibido por el otro corazón al instante.
Es cierto que el amor asoma por lo ojos, pero hay miles de maneras de dcir te quiero sin pronunciarlo. De Hecho hay mucha gente que se quiere mucho y apenas se lo dicen a la pareja.
ResponderEliminarBesos
...traigo
ResponderEliminarecos
de
la
tarde
callada
en
la
mano
y
una
vela
de
mi
corazón
para
invitarte
y
darte
este
alma
que
viene
para
compartir
contigo
tu
bello
blog
con
un
ramillete
de
oro
y
claveles
dentro...
desde mis
HORAS ROTAS
Y AULA DE PAZ
COMPARTIENDO ILUSION
FLOR Y NATA
CON saludos de la luna al
reflejarse en el mar de la
poesía...
ESPERO SEAN DE VUESTRO AGRADO EL POST POETIZADO DE BAILANDO CON LOBOS, THE ARTIST, TITANIC SIÉNTEME DE CRIADAS Y SEÑORAS, FLOR DE PASCUA ENEMIGOS PUBLICOS HÁLITO DESAYUNO CON DIAMANTES TIFÓN PULP FICTION, ESTALLIDO MAMMA MIA,JEAN EYRE , TOQUE DE CANELA, STAR WARS,
José
Ramón...
QUE APUNTO LLEGÓ TÚ REFLEXIÓN A MÍ FUE DIRECTA A MI NECESIDAD Y SE cumplió el echizo, que dura lo que el corazón permanece!, ni un segundo más ni menos. Muchas gracias. Besitos de. buenas noches
ResponderEliminarOhma! cuántas veces las palabras rompen el hechizo al que se refiere Xara!...hay que aprender a leer los silencios y a perdernos dentro de una mirada que lo dice todo, sin decir nada!.
ResponderEliminarMe algero tanto Xara...de haberte acompañado en tu necesidad!!...Besos de buenos días!!
!!Bienvenido José Ramón...y todos los que contigo van!!...bellísima forma de pasar despacito a nuestro blog!...gracias por el poemita y por ese remanso de quietud y armonía que se respira desde que estás dentro.
ResponderEliminar!!Feliz día!!!