Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


lunes, 24 de abril de 2017

LO ÚNICO QUE NECESITAS ES A TI MISMO



Nos sentimos solos muchas veces, aún con la gente alrededor. Tememos la soledad; parece que estar sólo significase estar vacío. No tener, carecer de algo, sentir el abismo bajo tus pies. No nos damos cuenta de que nunca estamos solos. Siempre nos tenemos a nosotros mismos.

Todos somos seres sociales. Nos gusta la compañía; la ansiamos, la buscamos y hasta nos equivocamos en las elecciones.
Ponemos demasiadas expectativas en el otro/a. Esperamos que sean de éste o del otro modo. Necesitamos que se parezcan a nosotros, que opinen lo mismo, que se muevan de una forma similar. Queremos coincidencias. Y éstas pasan por igualar lo que somos, de otro modo sufrimos.

Lo que pretendemos pocas veces se da y en caso de que suceda debe ser espontáneo, nunca dirigido o forzado.

La realidad es como es. Ni un ápice mejor ni peor de lo que nos gustaría. Aprender a aceptar o tomar la decisión de alejarnos de lo que no nos hace sentir bien puede ser la solución para la frustración ante el desajuste de caracteres con los demás.

Nunca estamos solos. Aún recuerdo la cita de un libro que leí recientemente y que aludía a toda un caterva de seres que nos cuidan, guían y acompañan en nuestra existencia.

 Estamos, además, nosotros mismos. Capaces de contar con una fuerza inusitada con la que podemos hacer frente a cualquier eventualidad. Confiamos poco en nuestras posibilidades. Creemos que debe haber un apoyo que nos sostenga. Alguien al que, implícitamente, reconocemos más capaz que nosotros para echarnos una mano. Pero la realidad es otra. Somos suficientes. 

Podemos más de lo que creemos; solo hace falta saberlo y apoyarnos en la mejor ayuda que tenemos, la del final de nuestro brazo.

Date la mano. Confía. Puedes. Hazlo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario