Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 29 de septiembre de 2016

LA MÁS IMPERIOSA NECESIDAD



En realidad, sólo hay una imperiosa necesidad por encima de todas: amar.

Hasta que no comprendemos esto no somos felices, ni eficaces, ni abundantes, ni entusiastas, ni creadores, ni nada. 

Podemos vegetar sin amor. Amor a otro, a otra, a algo, a nosotros, a la vida a cada acontecimiento en ella. Venimos del amor y nos marchamos con   el que hayamos acumulado. Entre la vida y la muerte todo se reduce al amor que hemos dado, que hemos gozado, que nos han dado, que nos han arrebatado o que hemos robado.

No acumulamos riquezas porque todo lo material no es nada. Acumulamos amores o desamores. Cuidados o descuidados. Atenciones o indiferencias. Porque en realidad, más allá de lo que uno da y uno recibe hay muy poco.

Puedes cerrar tus ojos y pararte para recordar. Lo que sea. Cualquier cosa que recuerdes va impregnada de amor o de desamor. De alegría o de dolor. De sentimientos y sensaciones porque de cada cosa que nos sucede es lo que nos queda.

No imagino la vida sin amor. Si así fuese no podríamos llamarla vida porque ella se gesta en el amor y puede desarrollarse sólo en ese caldo. A veces, el caldo está soso, frío o desaborido; otras, tiene la temperatura perfecta, está sabroso y es delicioso. De cada uno depende añadir sal, calor o sabor a la materia que hemos recibido y a la que hemos creado.

Siempre que te enfrentes a un problema valora la parte que de responsabilidad tienes en ello. No dejes la culpabilidad de un lado sólo. Todos somos parte de la culpa y de la solución.

Derrocha amor, regala amor, vive en amor y sueña con el amor. 

No hay nada mejor. 

No hay nada más.


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