CUANDO
LA MAREA RUGE
Cuando
el mar se aquieta
quedan mudos los deseos
el
cielo cierra sus puertas
y
hasta el olivo tiene miedo.
Cuando
ruge la marea
algo
pasa por dentro,
se
escapa rauda la alegría
se
eleva el polvo del contento.
Cuando
las palabras se equivocan
hasta
el oído llega a ser ciego
Y
la mirada tuya huye
Con
su verde y marrón, a un tiempo.
Y
el loco corazón se pone
tendido
al endemoniado viento,
entonces
las fuentes se secan
Por
no salpicar alegrías, sino duelos.
Dejemos
marchar la noche
Que
la mañana llega luego
Y
ese sol que me regalas
De
un golpe me lo bebo.
Hazme
tuya en cada soplo
Que
de tu boca va al suelo
Para
tocar las nubes más tarde
Con
su rebote piconero.
Devuélveme
al amor extremo
Para
ser felices a un tiempo
Que
por prenda me quedé
Tus
suspiros y tiernos besos
Regálame
otra vez
Piruletas
de caramelo
Hazme
niña y mujer
Y
tuya a cada momento.
Que
yo alejaré de mi lado
este
mar mío de lamentos
Para
regalarte mi sonrisa
Con
el lazo de mi aliento.
Y
estrenemos sábanas de hierba
En
cada uno de los encuentros
Jugando
al placer de ser uno
Y
no probando, sino siendo.
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