“Irónicamente
la vida nos da más cuando dejamos de buscar la situación ideal en una relación
de pareja, además de que esta se vuelve más estable sin la necesidad de
condicionar o vigilar nada. Esto sucede porque nos encontramos en paz y lo que
nos motiva dejo de ser una necesidad. Cuando eres una persona que evita hacer
del otro su razón de vivir, su destino o una meta. Esta situación te permite
estar en tu centro, por tanto atraes las cosas. Al no condicionar tu felicidad
a un tercero. La vida te llena de personas dispuestas a estar a tu lado. Al no
afectarte el modo de ser de alguien. Las cuestiones de ser más o menos sincero,
de ser fiel o entregarte por completo te son irrelevantes… Esto te permite
vivir sin miedo y necesidades, por tanto eres feliz… No dependes de los
resultados… “Tú eres tú y el otro es el otro”… Como lo tienes claro, no
dependes de nadie para ser feliz… ¿Sabías que cuando te enamoras de alguien,
esta persona te refleja tanto tus carencias afectivas como las inclinaciones o
preferencias?... Por ello es inevitable la atracción, es una cuestión que no
puedes evitar, ni racionalizar. Es determinada por tu inconsciente... Lo que
sucede en la práctica cuando somos inmaduros emocionalmente, es que
establecemos acuerdos de codependencia y a esto le llamamos amor… La regla
principal en esta asociación disfuncional es la siguiente… “No me falles, no me
vayas a ser infiel”…
Entiéndase que cada uno es el
responsable de sí mismo, de cómo piensa, interpreta, siente y reacciona. Pues
somos el único que está dentro de nuestra cabeza. Sin embargo vivimos en una
sociedad en donde se tergiversa esta situación para justificar el hecho de
poder culpar a otros, se legitiman salidas donde puedas hacer responsable a
otros de tu decepción, de tus necesidades y expectativas...”
Ari Shemoth
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Y yo añado me pregunto…¿realmente
estamos preparados para una relación que pueda crecer en la libertad del amor?¿El
amor es egoísta o se entrega perdiendo la pista a aquellos que damos al
otro?¿Somos celosos de lo que “invertimos” en el amor y queremos vigilar su
evolución o podemos regalar el sentimiento sin querer controlar que derroteros
sigue una vez fuera de nuestro alcance? ¿reclamamos al otro qué hace con lo que
le hemos entregado?¿Somos libres realmente al amar?...
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