Ante
cualquier proceso vital solamente hay dos reacciones posibles, todo lo demás
encaja en una multitud inmensa de matices entre los cuales se distancian ambos.
Lo
contrario del amor no es el odio, sino el miedo. Por eso estas dos formas de
ser y dimensionarnos al responder, van a determinar los resultados de nuestra
conducta y los logros que pretendamos atraer a nuestra vida.
En
el Libro “Conversaciones con Dios I” de Neale Donald, explica cómo un estado u
otro permite conclusiones muy diferentes a la hora de recoger los frutos de
cada acción.
“…Cualquier
decisión libre que toméis se deriva de uno de los dos únicos pensamientos
posibles que existen: un pensamiento de amor o un pensamiento de temor.
El
temor es una energía que contrae, cierra, capta, huye, oculta, acumula y daña.
El
amor es la energía que expande, abre, emite, permanece, revela, comparte y
sana.
El
temor cubre nuestros cuerpos de ropa; el amor nos permite permanecer desnudos.
El temor se aferra a todo lo que tenemos; el amor lo regala. El temor prohíbe;
el amor quiere. El temor agarra; el amor deja ir.
El
temor duele; el amor alivia. El temor ataca; el amor repara.
Cualquier
pensamiento, palabra o acto humano se basa en una emoción o la otra. No hay más
elección al respecto, puesto que no existe nada más entre lo que elegir. Pero
también disponemos de libre albedrío respecto a cuales de las dos escoger.”
Hemos
aprendido a vivir en el temor, en la desconfianza, en la zozobra de la
suspicacia. Se nos ha hablado de la supervivencia de los más fuertes y el éxito
de los más inteligentes. Pero poco se nos ha dicho sobre la gloria de quienes
aman.
La
voz interior que pueda hacerte conectar con estas palabras te dirá si hay que
tenerlas en cuenta o ignorarlas, al igual que te indicará siempre el propósito
de la vida: crear continuamente desde el amor, desde la confianza plena, desde
la seguridad absoluta de que todo es posible.
Estamos
aquí para recordar quienes somos, no para aprender a ser otros. Estamos para obrar en consecuencia de lo que
desde siempre sabemos: Amar. Estamos únicamente
para experimentarlo hasta el infinito de nuestras posibilidades, que son, sin
duda ilimitadas. El resto es un camino
equivocado que, nos devolverá una y otra vez, a la repetición de lo vivido
hasta que recordemos el camino de vuelta.
Muchas gracias Flor y Nata ha sido un placer leer esta reflexión, sabía. Un abrazo
ResponderEliminarGracias a ti Xara por dejarme notar tu presencia, por permanecer aqui en este rincón de todos los que estamos diariamente y por ser un soplo de aire fresco sobre el vuelo de mi pluma.
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