Todos brillamos, pero la mayoría no lo sabemos y nunca lo haremos si no creemos que es así.
Nuestro brillo alumbra a otros, como nosotros nos iluminamos con la luz del resto.
Basta creer que lo hacemos sin tener que esforzarnos. Es algo natural que lleva nuestra alma consigo.
Atrevámonos a creer que es así y brillemos con fuerza.
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Cuenta la leyenda que, una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido, con miedo a la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.
Nuestro brillo alumbra a otros, como nosotros nos iluminamos con la luz del resto.
Basta creer que lo hacemos sin tener que esforzarnos. Es algo natural que lleva nuestra alma consigo.
Atrevámonos a creer que es así y brillemos con fuerza.
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Cuenta la leyenda que, una vez, una serpiente empezó a perseguir a una luciérnaga. Esta huía rápido, con miedo a la feroz depredadora, y la serpiente no pensaba desistir.
La luciérnaga finalmente paró y exclamó ante
la serpiente:
-¿Puedo hacerte tres preguntas?
-No acostumbro dar éste último deseo a nadie pero como
te voy a devorar, puedes preguntar...
-¿Pertenezco a tu cadena alimenticia?
-No
-¿Yo te hice algún mal?
-No
-Entonces... ¿Por qué quieres acabar conmigo?
-Porque no soporto verte brillar...
Uno de los grandes frenos mentales que crea dudas, miedos y toda clase de conflictos en quien emprende, es el miedo a brillar. "¿Qué dirán los demás?, ¿cómo me verán?, ¿causaré envidia?, ¿me seguirán queriendo mis amigos?"
Sin duda, la necesidad de aceptación es uno de los grandes motores del conformismo. Con tal de no sobresalir opacamos nuestra luz para que los demás no se sientan mal, para ser "normal", para ser como los demás.
Dice Marianne Williamson:
“Nuestro mayor miedo no es ser inadecuados. Nuestro mayor miedo es ser poderoso por encima de toda medida. Es nuestra luz, no nuestra oscuridad, la que más nos atemoriza.
Nos preguntamos: ¿quién soy yo para ser brillante, hermoso, talentoso y fabuloso? En realidad, ¿quién eres para no serlo?
Eres un hijo de Dios, tu juego de escasez no sirve al mundo. No hay nada glorioso en encogerte para que otros no se sientan inseguros alrededor de ti.
Todos estamos destinados a brillar, como hacen los niños.
Y al dejar que nuestra luz brille, inconscientemente damos a otros el permiso para hacer lo mismo. Al ser liberados de nuestros propios miedos, nuestra presencia libera automáticamente a otros.”
Brillar, crear, ser felices, expresar nuestros sueños es el estado natural del ser humano. Pero todo parece que si tienes una vida feliz, alegre, entonces te conviertes en un enemigo que los demás aborrecen. Sería mejor en ciertos círculos que cuentes de lo mal que te va, de la enfermedad que te aqueja, etc. En estos círculos de las quejas es preferible hablar de la infinidad de problemas y de lo mal que está el mundo.
Ante esto, preferimos no brillar, no tomar acción para salirnos de la norma. Y ojo: no se trata de sobresalir por sobresalir. Hablamos de dejar de lado los proyectos, los sueños, por el miedo al ridículo, al qué dirán los demás. Pero, hagas o no hagas, los demás van a hablar de ti. Por eso más vale ser congruente con uno mismo, con los principios y los proyectos personales, en lugar de hacer las cosas para dar gusto a los demás.
Es preciso pensar si al día de hoy estamos viviendo para satisfacer a los demás o si eres, haces y tienes lo que tienes por convicción propia, por principio, no por lo que los demás vayan a pensar.
Al recordar la fábula de la serpiente y la luciérnaga, hay que entender que por desgracia no todas las personas apoyan los sueños de los demás, porque tu luz les resulta muy brillante... sigue brillando. Que la aprobación de los demás no sea tu razón principal. Independientemente de todo, el mundo necesita verte brillar..
Víctor del Rosal Ahumada
Después de tres años viviendo ala sobra de alguien que se empecinaba en vivir en la desgracia, que cuando no existía,la creaba, que su felicidad era la infelicidad que consiguió que ese mundo negro, fuera mi felicidad,he decidido brillar, brillar para mi, brillar para los demás, ser luciérnaga, ser vela, que ilumine mi camino,y el de todos aquellos que me quieren.
ResponderEliminarPorque ahora se que yo brillo y que mi brillo ilumina, y ahora se que ese brillo, ha sido durante esos tres años la fuente de mi desgracia,ahora se que mi dolor,lo ha provocado mi brillo, porque los celos son un monstruo que se come al que los padece y humilla y apaga al que los sufre.
pero ahora brillo por mi misma, por amor a mi y hacia los demás a los que quiero con todo mi corazón, de todo corazón.
GRACIAS A TODOS VOSOTROS POR HACERME DE NUEVO BRILLAR.
GRACIAS A TI FLOR Y NATA.
Lo más importante de todo es la DECISIÓN PROPIA DE BRILLAR, la absoluta confianza en uno mismo, la total convicción de que fuera de nosotros no está la respuesta y de que somos muy poderosos, todo lo que pensemos que podemos ser.
ResponderEliminarMe alegro mucho de tu triunfo sobre ti misma.
Un beso