Todos
deberíamos tener nuestro rincón. Un lugar en el espacio físico o en el alma
para mantener lo nuestro. Estamos muy salpicados de lo ajeno. Muy codificados
con estereotipos, muy alienados con aquellas aspiraciones de otros que se hacen
moda.
Se
impone un estilo de vida, un modo de vestir o pensar y eso, de alguna forma,
nos cala.
A
veces es necesario pensar en términos de felicidad propia. Esa especie de
autoafirmación con lo que nos rodea donde nos sintamos dueños de lo que nos
gusta y merecedores de ello.
La
cultura social que se nos impone desde que nacemos es que en realidad lo que
debemos hacer es portarnos bien, ayudar a los demás y mantener una línea de
conducta responsable y coherente, que no es poco. Pero nadie nos habla de ser
felices. Nadie enseña a serlo. Nadie nos dice que es el objetivo real de la
existencia.
La
escuela se convierte en un lugar donde uno aprende a repetir y esa reiteración
de modelos, que se establece como marcador de la idoneidad, va dejando huella
profunda en nuestro modo de ser y de influir en los que dependen, más tarde, de
nuestras pautas.
Con
el tiempo vamos aprendiendo que nadie te regala nada. Que la felicidad es una
construcción propia y que a lo sumo podremos encontrar en el camino personitas
que intensifiquen lo que ya existe.
Hay
que buscarse un rincón donde acumulemos sensaciones placenteras. Un ámbito en
cuyo centro nos encontremos con lo mejor de nosotros y nos sintamos abrigados
por la sensación de gozar de lo que nos conecta con el poder propio.
Siempre
que quiero una cita conmigo escucho la melodía que un día Xara me hizo llegar.
La comparto con vosotros…es un remanso de paz.
Qué a tiempo llegas, mí querida amiga. Recibo tú reflexión como un abrazo. Me siento cerca de ti . Gracias
ResponderEliminarNada mejor que llegar a tiempo...cuántas veces tus reflexiones y las de tanta gente me han salvado a mi...aunque sea por un instante; es suficiente!*
ResponderEliminarTienes razón, en ocasiones recibimos lo q dimos sin saberlo. Ahora no me siento cerca de ti, te siento cerca de mí. Mil besos como mil flores
EliminarEl refugio perfecto es el si-mismo; allí nuestro yo se encuentra con sus valores, sus fortalezas, su fuerza infinita, inmutable, el diamante perfecto que todo lo alumbra, de todo lo traspasa, todo lo corta.
ResponderEliminarEse refugio perfecto es inexpugnable, intocable, inmaculado.
Te pueden quitar la piel, llenarte de tormentos y como a Job lacerarte el cuerpo, pero nunca, nunca, nunca tu alma, tu espíritu-eterno ése inmutable, ése que sobrevirá nuestras vidas hasta el mas allá.
El cuerpo pertenece a la tierra y a ella volverá, pero el espíritu, la verdadera esencia, ese que se refugia en tí, ése que vibra, que siente, que ama, que se entercene en el refugio de si-mismo, ese permanecerá para cumplir las promesas, los sueños, los anhelos, en fin....allí encuentras la identidad.
Sé como el clavo enmohecido....!
También tus palabras me llegan esta mañana como lluvia fina sobre la tierra . Y sin duda una gran idea para vivir con arte el dia dé hoy. Un abrazo
EliminarGracias por vuestras respuestas llenas de sabiduría y mucha sintonía!!!!!!!
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