Me he dado cuenta de que la ilusión es el motor de la vida y
el mayor empuje para la supervivencia de nuestras emociones. Cuando la ilusión
se nos acerca y decide quedarse al lado nuestro deberíamos hacer un pacto que
la mantuviese el mayor tiempo posible.
Lo mejor para ver el mundo girando en torno a uno es estar
ilusionado con o por algo. Hay personas que la sitúan en el trabajo, en las
pertenencias materiales o en los proyectos vitales del tipo que sean. Otras la
ubican en una persona, en el amor y en la vivencia de las sensaciones que este
provoca. Todo puede hacernos ilusión…o nada.
Algo que diferencia a las personas es precisamente la ilusión
que ponga en lo que hace, en lo que siente a cada instante, en lo que vive o en
lo que desea que le suceda. Otros sin embargo, nunca están dispuestos a darle
cobijo en su morada.
Siempre escuché a mi madre que ella era feliz, a pesar de
las circunstancias y por encima de ellas. La llave de su felicidad era
precisamente la emoción que ponía en la vida y en todo lo que hacía y la
ilusión que cualquier pequeño logro, la provocaba.
Hay que quererse mucho a uno mismo para que eso suceda. Hay
que estar bien en nuestros adentros y conformes con lo que vaya sucediendo al
paso nuestro. Hay que estar preparados para los cambios y serenos ante la
adversidad. Firmes como una roca encaramada al propio ego porque hay un egoísmo
salvador que nunca deberíamos perder ni relegar al ostracismo.
Cuando falta la ilusión todo está perdido incluso antes de
iniciar la batalla. En realidad, cuando no nos emocionamos con lo que nos
sucede, ante lo pequeño o ante lo grande, estamos destinados a la amargura y
ese es el comienzo del infierno, aquí en la tierra.
Quiero que me siga haciendo ilusión cada mínima cosa que me
suceda, quiero ver en todo un motivo para aprender, una inspiración para
reflexionar y un porqué para seguir.
Hay que practicar la ilusión. Ejercitarnos en ella. Hay que
dejar que los sentimientos se acomoden y encuentre su hueco en el corazón. Una
vez iniciado este camino….es fácil amar la vida por encima de todo y abanderar
sus extraños caminos para seguir siendo los caminantes que saben sonreír a
pesar de que alguna piedra se haya metido en su zapato.
La ilusión que practico impulsa mi creatividad, es imprescindible que así sea; es como una gran pantalla que emite energía positiva y que renueva las ganas de vivir. Gracias nueva-mente, por estar ahí..., a veces me convence tanto tu presencia que la doy por sentada y me aparto un poco, no lo tengas encuenta... por fa..., me gusta y me ilusiona volver. Un besito y feliz verano a todos.
ResponderEliminarXara se que estàs...que nos acompañas...que no te vas de nuestro rincón;este que has visto nacer y has ayudado a crecer!
ResponderEliminarUn beso de verano***