Es importante que
aprendamos a distinguir y elegir el camino más fructífero para crear las mejores
condiciones para avanzar y crecer en nuestra vida.
...Si, en el momento
de tomar una decisión, no queda obvia la mejor opción, hazte una serie de
preguntas. Si todas las posibilidades parecen buenas, pregúntate “¿Cuál de
ellas me aportaría mayor alegría? ¿Cuál me seduce como algo que me encantaría
hacer?” Elige la opción que más alegre te parezca. Incluso si el camino de la
alegría no es, aparentemente, el que más dinero pudiera aportarte, a la larga
será mucho más beneficioso que la opción menos agradable. No hagas tu elección
según la cantidad de dinero implícita; el camino de tu corazón te aportará,
siempre, mayor abundancia.
Si todas las opciones te parecen alegres, pregúntate
“¿Cuál es la más sensata y la más práctica para mí?” Tu camino superior tiene
sentido práctico. Si, aún así, las opciones parecen iguales, pregunta “¿Cuál de
ellas puede hacerla mayor contribución a la humanidad o brindarme la mejor
oportunidad de ayudar a los demás?” Si todavía tus opciones te parecen iguales,
piensa en las cualidades superiores que quieres introducir en tu vida:
bienestar, amor y vitalidad. ¿Qué opción te permitiría expresarlas más
plenamente?
Sería mejor no
crear situaciones en las que tengas que tomar decisiones inmediatas sin tiempo
para pensar en profundidad. Si una situación así llegara a producirse,
imagínate que tienes una opción en la mano derecha y la otra en la izquierda.
Pide que se levante la mano con la elección más adecuada.
Sanaya Roman y Duane Packer
No hay comentarios:
Publicar un comentario