Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 3 de abril de 2013

DE LA NECESIDAD AL AMOR



Las personas que llegan a tu vida siempre te enseñan lo que debes aprender en algún ámbito de ella. Vas comprendiendo mensajes, llegando a conclusiones, entendiendo razones, asumiendo debilidades, estimando comportamientos…siempre como un regalo llegado a través de otro, para ti.
         En contadas ocasiones asumimos esto de golpe. Hay que digerirlo. Tenemos que pasar por un tiempo de soledad en el alma para llegar a necesitar, de verdad, el beneficio del aprendizaje que debemos integrar para crecer.
         No es fácil amar y a la vez es lo más sencillo. Un contraste detrás de otro, una contradicción frente a un argumento o un desajuste en contra de lo diferente. Una sensación de plenitud junto a otra de vacío. Un resplandor, un chispazo, un gozo lleno de sonora luz, frente a la oscuridad silenciosa que deja telarañas en el corazón. Una batalla donde siempre gana la necesidad de completarnos con lo que está diseñado sideralmente para nosotros, cuando lo está. Lo difícil es no equivocarse y reconocerlo.
         A lo largo de mi vida afectiva he entendido que el amor se ajusta perfectamente a la necesidad que en el interior existe de encontrar la pieza del puzle que nos falta para terminarlo o la tuerca que encaja en el tornillo para sujetar el alma.
         Cuando no existe esa necesidad, cuando la vida puede pasar de igual modo, cuando la voz no calma la sed de serenidad a golpe de reloj…uno está perdido; a punto de confundir el amor con otra cosa que parece vestirse de la misma forma pero que  no tiene la misma piel.
         Posiblemente, cuando uno encuentra esa plenitud no lo hace en el otro, sino a través de él porque el AMOR siempre está dentro, repleto de sí mismo, lleno de ganas de tomar forma y conocer el nombre y el rostro que fuera, en el exterior, tiene.
         Lo mejor de la vida es saber dónde está esa mirada que define la mejor imagen nuestra sin necesidad de un espejo y si no se sabe, si no se encuentra, será que nos está aún esperando en algún lugar que nuestra necesidad llegará a descubrir.
Estoy segura.         

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