Creo
que lo que nos faltan son acuerdos; con nosotros mismos, con el de al lado, con
los demás, con el resto.
Llegar
a un acuerdo requiere tiempo y sobre todo capacidad de negociación. Requiere
calma, sosiego y apertura. Requiere creer que cualquier cosa es mejor que
perder y sobre todo, estar seguro de que podemos ganar siempre.
Lo
que mejor podemos obtener es las condiciones necesarias para estar bien.
Alcanzar la serenidad, estar en paz y saberlo es el mejor premio al que podemos
aspirar.
Recuerdo
que Miguel Ruiz hizo famosa la palabra “acuerdo”
con su libro “Los 4 acuerdos” del que extraigo lo siguiente:
"No hay razón para sufrir. La única razón por la que sufres es porque
así tú lo decides.
Si observas tu vida encontrarás muchas excusas para sufrir, pero ninguna
razón válida.
Lo mismo es aplicable a la felicidad. La felicidad es una elección, como
también lo es el sufrimiento".
(Miguel Ruiz).
1. Sé impecable con la palabra.
2. No te tomes nada personalmente.
3. No hagas suposiciones.
4. Haz siempre lo mejor que puedas.
Tomar
acuerdos es fundamental. A veces basta hacerlo únicamente con nosotros mismos,
eso será suficiente y ayudará a recolocar el mundo que nos rodea.
Ahorrarnos
sufrimientos es el objetivo porque sabemos muy bien que sufrir no lleva a
ningún sitio; también sabemos lo difícil que es evitarlo y el poco empeño que
ponemos en ello. A veces, incluso sufrir se convierte en un crisol que ayuda a
superar decepciones, tristezas y traiciones.
Nos
han enseñado que el sufrimiento redime, pero en realidad no es así. Lo
importarte no es saber sufrir, sino saber encontrar nuestro centro, el punto de
atención sobre el que apoyar la tristeza y remontarla.
Tomemos
acuerdos con nosotros. Aprendamos a redactarlos, pensémosles, tomémonos nuestro
tiempo y después echemos nuestra rúbrica.
A
ver qué pasa.
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