“…Una
parte de mi mismo quiere ser distinta, quiere mejorar, quiere no seguir
sufriendo, pero yo quiero seguir siendo quien soy. Yo no quiero derrumbar mi
casa y hacer un edificio nuevo sobre mi solar. Yo quiero conservar mi
identidad, incluso con algunos fallos pero quiero seguir siendo quien soy, solo
que no quiero sufrir, no quiero generar más conflictos, quiero ser más
eficiente, más alegre y estar más satisfecho. “
(Visión
de un paciente sobre su propia situación. “Los Moldes de la Mente”. Pedro
Hernández Guanir)
Para cambiar debemos apuntar bien estas
premisas:
· COMPRENDER: tienes que entender en qué consiste el
cambio y en qué puedes cambiar. Comprender que el cambio en la forma de pensar
modifica las emociones y el cambio en las emociones modifica el estilo de vida.
· ASUMIR: Hay que
cambiar sin paliativos, sin autoengaños, sin teorías. Solamente decidir cambiar
de forma contundente. Claridad y firmeza. ¡Quiero cambiar! Y lo harás.
· INTERIORIZAR: El cambio tiene que inundar tu piel
interior, inundar tus pensamientos, tu imaginación, tu motivación. Reflexionar,
visualizar y darnos ánimos, creyendo en nosotros.
No
parece fácil cambiar pero el logro es posible. Todo está en la mente. Comienza
y termina en ella. Si de verdad estamos convencidos, lo que nos impide cambiar
perderá valor, se verá relegado a un segundo o tercer plano y lo que impulsa la
voluntad se hará con el timón de nuestra vida.
Tengo un cambio preparado en un rincón
de mi mente. Es necesario que empiece a inundarlo todo. Comenzaré a pensarlo
para poder visualizarme como deseo y que la emoción de conseguirlo lo haga
posible.
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