¿Nunca
has tenido una sensación inexplicable? Un cosquilleo suave que parece rozar tu
piel, un airecillo imperceptible que se extiendo sobre la cara, una punción
leve sobre el corazón, un bienestar inesperado que pasa con rapidez?.
Posiblemente el origen de tales impresiones esté fuera de nuestra consciencia o
eso me gusta a mi pensar.
Cuando
cierro los ojos por la noche abro la mente y el corazón. A veces, dejo pasar a
monstruos y fantasmas que parecen esperarme en el dintel de la puerta; otras,
cierro el paso al malestar y permito el avance de lo que no es esperable, de lo
que sorprender sin manifestarse, de aquello que se cuela en el duermevela para
saber que no estamos solos.
Hay
sensaciones inexplicables que a veces suceden en solitario. Otras suceden aún
cuando estamos acompañados. La advertencia de éstas se agudiza cuando
comenzamos a dar rienda suelta a la sensibilidad y notamos, por primera vez,
que sucede.
Muchos
lectores estarán, ahora mismo, pensando que a ellos nunca les ha ocurrido. Se
preguntarán si no es un juego de la mente o si, tal vez, no será un deseo de
traspasar esta dimensión para hacer real otra más soñada que real.
Entiendo
estos pensamientos si nunca te ha sucedido. Comprendo la incredulidad de los
que quieran estar pegados a la contingencia, a lo que “si no toco no existe”,
al mundo de las certezas y lo palpable.
Basta
dejar, por un instante los apegos. Basta dejarnos querer por la magia. Basta
con querer tocar el halo que deja tras de sí lo inexplicable, lo que se siente
sin estar, lo que aparece sin verse.
Posiblemente,
esta noche, puedas cerrar los ojos y por un instante dejarte llevar. A ninguna
parte y a todas a la vez. Esperar y sentir. Estoy segura que en algún momento,
cuando menos lo esperes vas a notarlo. Algo, no sé bien qué, ni cuándo, ni de
qué forma, pero desde luego si notarás una sensación extraordinaria que no
ubicas en lo conocido. Una sensación pequeñita posiblemente, pero distinta y
única.
La
mía se repite. Es una especie de soplidos breves, suaves y frescos sobre la
piel de mi rostro cuando estoy en reposo.
Si
tú notas algo diferente, no dejes de decírnoslo.
Me encanta cuando esas percepciones sensitivas o sensibles llegan estando en compañía de otras personas, o animales..., porque es cuando más intensamente se sienten. A mí me ocurrió la semana pasada. Yo, sentada con mi madre . Las dos junto a la mesa hablando de libros, de filosofía, de la vida..., mi padre en un sillón simulando que veía la tv. El sol entrando por la ventana. Cuando mamá me indicó el modo en que el sól iluminaba nuestro espacio, entonces lo ví. Estaba ahí para nosotras, calentando tímidamente mi espalda, iluminando nuestra conversación y dando aprecio a la sombra en la que se encontraba mi padre. Todo esto en palabras pierde vida, pues es una mera descripción de lo que no se ve para darle forma al alma de las cosas. La consciencia nos habilita "sensibles" para ver lo que no puede verse sin ella. La falta de consciencia limita nuestros sentidos a simples percepciones tangibles.De ahí el escepticismo de algunas personas...
ResponderEliminarUn beso con mucho cariño
Aunque diga que en compañía de otras personas o animales es cuando más se sienten esas experiencias, no es cierto. Pido disculpas por este egoico atrevimiento a decir qué es lo "más" o lo "menos", pues no es así. La percepción "extrasensorial", la sensitiva o sensible no tiene medición alguna, ni comparación. Simplemente nos parece maravilloso, eso sí.
ResponderEliminarOtro besito
Xara me encanta contar con tu experiencia, al menos a mi me has puesto en la escena y de algún modo percibo que sentiste lo que no se podía ver.
ResponderEliminarGracias amiguita...y sí, con los animales también las percepciones extrasensoriales son increíbles.
Un besito lleno de escarcha pero muy cálido*
Bueno, quiero decirte que tanto el sol como el aire percibidos desde ese "espacio atemporal", a veces también puedan venir del esfuerzo de algunas almas por acercarse a tí. Podría ser otra explicación a esas percepciones extraordinarias que nadie nada más que nosotros mismos podemos sentir... ¿porqué no? Estoy segura que esa brizna de aire sobre tu piel es una caricia que habia otra dimensión.
ResponderEliminarGracias por compartir tus experiencias, pues nos acercan más a las nuestras.
Xara esa percepción es la que yo tengo cuando me llega esa brisita suave...graciassss por traerme esa posibilidad¡ besos*
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