Lo sabe
muy bien la policía y cualquier investigador que domine las técnicas del
lenguaje no verbal. La posición de nuestros ojos, la dirección de la mirada y
la forma en la se dispone la retina es un libro abierto para quienes saben ver
cuando miran.
La
Programación Neurolingüística nos ayuda a entender lo que la persona de
enfrente nos dice sin palabras y lo que en muchas ocasiones, deja traspasar aún
sin querer, si lo que piensa pertenece al pasado, si reconstruye imágenes, si
las recrea o si, por el contrario, las proyecta al porvenir.
Es muy
útil conocer esto. Nosotros mismos podemos probar frente a un espejo cómo
utilizamos la mirada según evoquemos del pasado o imaginemos para el futuro.
También se puede determinar si lo que se dice está dentro de la verdad o se
aleja de ella.
En este
cuadro podemos observar cómo colocamos los ojos según el pensamiento que se
produzca, en base al cual quién nos escuche puede conocer informaciones
puntuales incluso si tratamos de ocultarlas.
Sería
importante aprender este lenguaje de los ojos, que por otra parte tiene su
propio código desde siempre.
La forma
de mirar, la expresión abierta o cerrada de los párpados, un guiño o
simplemente unos ojos huidizos que resbalan por la mirada del otro, puede darle
a entender multitud de mensajes.
Empecemos
por observar a los demás para descubrir el instintivo juego de unas miradas
capaces de comunicar más que la palabra.
Es útil
para conocer al otro, pero aún lo es más para
tratar de controlar la información que dejamos traspasar a todo el
mundo.
No está
de más conocer este lenguaje corporal que tanto dice de nuestro interior y que
solo en tan pequeñas dimensiones manejamos según nuestros deseos. Tampoco sobra
poder conocer a los demás sin que sean éstos los que se definan a sí mismos con
el sutil lenguaje oral.
No hay comentarios:
Publicar un comentario