Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


viernes, 12 de abril de 2013

NECESITANDO UN MILAGRO



         A veces uno necesita un milagro. Algo que suceda urgente. Una solución inmediata a problemas que parecen no tenerla. Un rayo de luz que ilumine, una mano tendida capaz de recoger con ternura la nuestra o simplemente, una idea genial que nos muestre otro camino.
         Cuando no sabemos qué hacer lo mejor es no hacer nada. Vaciar, lo primero, nuestra mente de los fantasmas que crecen más deprisa que la esperanza y quedarnos absolutamente quietos.  Respirar profundo, desear la ayuda que se solicita desde el centro del corazón y esperar la respuesta.
         Ayer hablábamos del lenguaje del universo y su manera de funcionar. Posiblemente sea la lengua menos sonora de todas, pero la más interiorizada y poderosa. Aquella que nos une de forma universal, la que nos enlaza con la esencia primigenia. Lo ignoremos o no, todos conocemos esa forma de pedir. Pero hay que ponerla en práctica.
         Muchas veces hemos oído que cuando alguien quiere enamorarse, al menos en la tradición que yo conozco, se dice que los novios no vienen a casa a buscarte. Es decir, que hay que comenzar por poner de nuestra parte, de actuar, de “movernos hacia”, de estar en el camino para que el camino nos encuentre. Sin embargo, a veces el destino llega a ti. Llama a tu puerta o la ve entreabierta y se cuela dentro.
         Nuestro interior siempre está con nosotros. En cualquier lado, de cualquier forma, está siempre. Por eso es cómodo conectarnos con la serenidad del cosmos, donde cualquier cosa es posible.
         Los milagros existen y lo hacen en cuanto es un proceso que se elabora en la creencia de cada uno. Todos somos magos. Todos ilusionistas de la fe. Una fe que debe manar de la fuente interior para alimentarnos indefinidamente. Una confianza, en definitiva, que debe ser ciega sin temor a no ver a través de ella porque la luz que necesitamos siempre nos acompaña. Solo hay que mirar y estoy segura de que el milagro que esperamos sucederá.

2 comentarios:

  1. Sabios consejos que llevo hoy en mi pensamiento, entremezclado con un aroma de alegría intenso...!

    Un beso

    ResponderEliminar
  2. Xara qué aire fresco me llega de tu comentario!...es estupendo sentirte pasar por aqui dejando ese aroma!!!
    Besos*

    ResponderEliminar