COMO SOL DE MEDIA NOCHE
Brillas
como el sol de media noche,
templando el aire, cediendo luz
a la oscuridad profunda del alma,
tejiendo
con mis lamentos una manta de escarcha
para refrescar la piel ardiente de mis
sábanas.
Brillas
sin deslumbrar los ojos
que están
nublados por las lágrimas,
sin hacer
ruido y llenando el corazón
de tu
sublime calma.
Al
amanecer te escondes
entre las
rendijas de mi estancia
y te
derramas por el suelo
para servir de alfombra bajo mi cama.
Brillas
sabiendo que algún día serás mi llama,
la que encienda mi sol cada mañana,
la que
venere el amor
en el
altar de mi edad temprana.
Cada
noche te imagino en lo alto del cielo,
cuidando
silencioso el portal de mi casa
y desde las alturas protegiendo
mi tímido cuerpo desnudo, sobre tus canas.
Brillas cada
noche y cada mañana,
en los
días y en la semana.
Siempre
que te ansío llegas…
despacito
y en volandas.
A cada paso me regalas
un beso
que se desgrana
al rozar
ligero mi piel
de seda y
nácar.
No dejes
de brillar para mí
en la noche
fría de mi pena amarga
que no
hay sol que me abrigue tanto
como el
abrazo tierno
de tus ojos de miel y albahaca.
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