Solo hay que esperar a que todo se calme,
A que la vida nos devuelva la sonrisa.
A que la ilusión se instale sobre el alma de nuevo,
A que vuelva la calma al fuego de tu hogar,
A sentirse bien entre las mantas,
A abrir los ojos y estar plenos ante la claridad del sol.
Solo hay que esperar, a que los colores tomen intensidad
Y otra vez se rinda el mundo ante tus pies.
Esperar que cuando la brisa acaricie la piel,
Sigamos sintiéndonos poderosamente vivos.
Esperar que pasen los malos momentos,
Saber transitarlos con paciencia y esperanza,
Creer que la vida siempre nos espera,
Que hay muchos peces en el mar
Y muchas aves en el cielo, mirándonos desde todos los
ángulos.
Que no se acaba el mundo con un fracaso,
Que las decepciones son moneda de cambio de todos,
Que quién te engaña será engañado,
Que la existencia es un boomerang
Y que se cobra la factura antes de irte.
Mientras esperas ya has transformado tu mundo,
Ya has iniciado la apertura a todo lo bueno que puede
pasarte y ya has
entendido que las piedras del camino, no
sólo te dañan, también te
hacen más sabio.
Solo hay que esperar a ver lo que nunca creíste que
pasaría, lo que te traerá todo el amor que mereces
y la serenidad que es tuya.
Espera mientras haces. No te instales en el inmovilismo.
Estás viv@. No mueras antes de tiempo.
Tómate tu espacio y saca de tu vida, todo lo que no te de
Paz.
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