Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 15 de marzo de 2018

COMUNÍCATE CON TUS CÉLULAS



Somos energía que se transforma con aportes de nueva corriente energética que emana continuamente de nuestros pensamientos.

Nuestras células nos escuchan. Son capaces de entender nuestro lenguaje, pero no sólo aquel que se expresa en palabras, sino de aquel que en silencio se comunica con la mente. 

El propósito, el deseo. La poderosa atención sobre el órgano o sistema que deseemos cambiar o mejorar.



Leía hace unos días:

…”Se puede comunicar para bien, con las células del cuerpo con la misma facilidad que se puede comunicar para mal. Su mente puede estar absorta en preocupaciones y causar úlceras; absorta en tensiones de negocios y causar una enfermedad del corazón. También su mente puede absorberse en la paz de la naturaleza y rejuvenecer su sistema de digestión; estar ocupada en deleite tranquilo y curar su corazón.”

La elección es suya.

                                       ( Robert B. Stone)

Parece que este autor nos invita a  enviar energía positiva a las células, junto con un mensaje amable de aprecio y alta estima. El agradecimiento por formar parte del buen funcionamiento y equilibrio de nuestro cuerpo es el colofón de una fórmula muy sencilla para mejorar o sanar.

Se trata de buscar un lugar cómodo para estar con uno mismo; un momento tranquilo para hacer el ejercicio y una disponibilidad abierta de diálogo con nuestro cuerpo.
Respirar, inspirar y espirar de forma profunda y pausada. 

Cerrar los ojos y hacer un scaneo de nuestro cuerpo para determinar qué parte de él no va bien. 

Agradecer su funcionamiento hasta ahora y restablecer una regeneración de sus funciones mediante la visualización de ese órgano, piel, pelo, etc…en perfecto estado.

Ver nuestra imagen frente a nosotros llena de energía  salud.

Repítelo. Créelo. Créalo.

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