Del
cielo al infierno solo hay una distancia, tu ausencia.
Desde
lo más alto a lo más profundo solo hay un camino, tu silencio.
Desde
lo más cálido al gélido frío sobre mi cuerpo, solo hay un momento, tu lamento.
Desde
la alegría de inventar el mundo a cada instante a la tristeza de tener que
recordarte, solo hay un paso, tu presencia.
Desde
mis lágrimas a tu sonrisa, solo hay un puente, tus manos hambrientas.
Desde
mis anhelos hasta tus promesas solamente una cosa me queda, soñar aun sin estar
despierta.
Desde
mis miedos hasta tus certezas, solamente tengo el aroma del aire que a tu paso
dejas.
Desde
mis ganas hasta tus quejas, solamente está presente mi fortaleza, porque eres
mío desde lo bajo de tus pies a lo alto de tu cabeza.
Y
lo serás siempre, estés conmigo o así me pierdas. Pero tú eres guerrero y
sabrás luchar en todas las guerras.
Desde
el día a la noche, desde la locura a la firmeza, desde el centro de tu corazón
hasta los adentros de mi cabeza, solo está tu nombre en mi boca, solo tu imagen
en besos de menta.
Así como el lucero milenario brillará por siempre.
ResponderEliminarAsí como la viento cálido que hoy acaricia mi cuerpo y vuela a ti.
Así como las palabras que él lleva se renuevan cada dia.
Así como las flores renacen en cada primavera.
Así como la piedra que ha sido fundida en tu honor conserva su forma evocadora.
Así como los dias se seceden en interminables intervalos.
Así como el atenor no pierde su alma por el fuego.
Así se acerca el mañana esperado.
...!