Es difícil, por mucho que lo digamos o incluso lo intentemos, mirar con las creencias, la biografía y los pensamientos de otra persona.
Cuando decimos…” me pongo en tu lugar” solamente es un acto de buena fe. Podemos tener la intención de comprender al otro (lo digo en masculino pero incluyo y expando esa referencia al género femenino, como no podría ser de otro modo).
Podemos querer entenderlo. Podemos sentir dolor o pena por ello. Podemos intentar ponernos en sus zapatos, pero es prácticamente imposible.
La realidad de cada uno la vive, cada cual en solitario. En verdad, el mundo y la vida pasa dentro de nosotros, como unidades individuales que comparten su tiempo a trocitos con los demás. Pero lo que sentimos, arrastramos o anhelamos es total e intransferiblemente nuestro.
No podemos ver “con los ojos de otro”, ni sentir con su corazón. No podemos vivir su dolor ni disfrutar su alegría. Podemos contemplarlo desde fuera y responder, desde nuestro mundo personalísimo y unívoco, ante lo que le suceda.
A veces, con acompañar es suficiente. Otras, simplemente una escucha activa permite sintonizar en la misma frecuencia, sabiendo que cada uno oirá la misma pieza con su peculiar modo de interpretar el mundo y la vida.
No es un mensaje catastrofista el que traigo hoy, porque nada hay más hermoso que la otra persona se sienta acompañada y escuchada e incluso que note nuestra mano tendida. Simplemente, quiero expresar la unicidad que somos y la imposibilidad real de meternos en el mundo que vive otra persona.
Podemos mostrarnos como seres amorosos derrochando voluntades bondadosas de proyectar nuestra luz, nuestros buenos deseos y sentimientos puros sobre quienes nos importan y sobre el propio mundo.
Creo que no es pequeña tarea.
Intentémoslo. El beneficio se sentirá sin ninguna duda.
Así es. Ayer vi una película que deja entrever qué es eso del acompañamiento. Se titula "Second Bets" de William Hurt. Una peli en la que muestra cómo podemos acompañar a pesar de las propias heridas. Muy interesante tu reflexión, en este momento de mi vida. Gracias, te quiero.
ResponderEliminarXara qué bueno verte por aquí de nuevo con tus sabias aportaciones. Muy interesante lo que nos cuentas sobre la película. Gracias por hacerte presente en nuestro pequeño rincón en el tan bienvenida eres. Un abrazo lleno de cariño.*
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