De
vez en cuando, me pierdo.
De
vez en cuando, trato de cambiar la ruta para perderme.
De
vez en cuando, solo cuando me pierdo me encuentro.
De
vez en cuando, me busco sin cesar y no logro encontrarme.
De
vez en cuando, miro debajo de la cama para ver si estoy.
Miro
aquí, allá, por encima de las penas, al lado de la esperanza, sobre la tristeza…
Miro
tras la puerta y por debajo de la mesa,
por
si me hubiese caído sin darme cuenta y rodado hasta un punto invisible.
Miro
dentro de tus ojos y por encima de tu pelo
por
si estuviese enredada entre el cabello y
no se me viera.
De
vez en cuando, abro un libro y me busco en sus páginas…y me
encuentro. Allí,
acurrucada bajo las letras, arropada con silencios,
detenida en comas y puntos
que siempre son suspensivos.
De
vez en cuando, miro entre las hojas de una planta y también
estoy; allí
envuelta en el olor a hierba fresca, llena de rocío, entre su clorofila dulce y
olorosa.
De
vez en cuando, subo al arco iris y me descubro jugando con el
azul cielo, como
una niña pequeña alegre y juguetona, esperando
encontrarte en el verde de tus
ojos o en el blanco de tu sonrisa.
De
vez en cuando, me pierdo y tengo que buscarme dentro de todo aquello que hace
tiempo me gustaba y me llama desde su centro para olvidarme del tiempo.
De
vez en cuando,
todos me buscan y solo yo me encuentro.
Hay un refugio para l@s que sentimos que el Universo nos atrapa y en lugar de perfilarnos, difumina el Ser como si nadie pudiera vernos para darnos un abrazo. Entonces nos atamos a lo pequeño, a lo cotidiano, al color, a lo mecánicanico, al pensamiento a la palabra. Y desaparece la extrañeza puesto el foco dónde otros buscamos el faro. Te quiero
ResponderEliminarBajo el mismo arco iris que derrama sus colores en nuestra alma, siento ese rincón donde perderme y encontrarte.
ResponderEliminarExquisito comentario.
Un abrazo cósmico*