No hay nada más
emocionante que ser padre o madre. Nada
que pueda compararse al desprendimiento indoloro de lo que uno tiene. Nada que
precise tanta entrega sin esperar recompensas, nada que después de dar tanto se
conforme con sonrisas, besos o simplemente una mirada.
Uno de los días que más me gusta homenajear es el de los
padres y madres porque efectivamente podemos no ser ni una cosa ni otra, pero
todos tenemos uno de cada.
Por mucho que se hayan equivocado los padres, siempre lo han
hecho desde su buena fe, desde el interés proyectado fuera de sí mismos, desde
el deseo de orientar lo mejor que saben e incluso, desde su forma, a veces
inadecuada, de mostrar el cariño.
A lo largo del tiempo nos damos cuenta de que hemos ido
desojando la flor y con cada caída de sus pétalos se van descubriendo las
emociones con mayor libertad cada vez. Los padres de antaño tenían un gesto
mucho más adusto y frío con los hijos porque en aquellos momentos, demostrar
afecto era señal de debilidad y ni que decir tiene que estaban obligados a
mantenerla como garantía de la educación que debían darles.
Todo
confundido, sin duda, porque la autoridad no se gana con recortes en las
expresiones de cariño, sino en el reconocimiento implícito de la valía de quien
la ejerce. Pero entonces, la vida era parca en expresiones de cualquier tipo y
el amor se escondía dentro de uno mismo para no ser ridiculizado.
Sin embargo,
los padres siempre han sido lo más querido. No podríamos entender este binomio
inseparable sin pensar en que ellos han sido el inicio de nuestra vida, que siempre
continuarán en ella, aún no estando, y sobre todo, que a pesar de todo y por
encima de todo, llegamos a entenderlos más cuanto más los amamos y lo hacemos
así cuanto más tiempo pasa. Porque uno llega a darse cuenta de lo difícil que
es estar en esa posición y también de que el amor que nos une por siempre a
ellos, es el único que no perecerá nunca.
¡! Felicidades a todos los padres ¡! ¡! Gracias por hacernos vuestros hijos!!
Hacía tiempo que no entraba en tu blog, y me dió mucho gusto encontrarme dentro de él, sin darme cuenta.Es muy hermoso lo que escribiste sobre los padres y madres y dices muchas verdades,aún aquellos que como yo no hemos tenido la felicidad de que alguien nos llamar "papá o mamá". Es un sentimiento único que tal vez aquellos, que no somos padres no podamos comprender en su inmenso significado, pero yo creo que lo intuimos, por eso me uno a tus deseos de que hoy sea un día muy feiz para todos los padres. Gracias por hacernos llegar una partecita de ti, que habla de tu rica vida interior . Mirta
ResponderEliminarGracias Mirta! me alegra verte de nuevo por nuestro rincón!***
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