Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


jueves, 6 de octubre de 2011

LLUVIA QUE NO HA DE MOJAR

Las críticas llegan a nuestra vida sin querer. Estamos expuestos a la opinión de todos. De muchos que aunque nuestra vida no les afecte, opinan de igual modo porque no hay nada tan gratuito, fácil y casi grato, que criticar. En ocasiones, las críticas pueden servirnos como punto de referencia para la reflexión. Sobre todo si provienen de gente que amamos. Uno, a pesar de que se esfuerce en ser objetivo, nunca lo consigue del todo consigo mismo. Por eso, contar con opiniones de los que para nosotros merecen un criterio, por lo que sabemos que nos quieren, nos puede servir para revisar comportamientos o formas de actuar que no son las mejores y que pueden pasar desapercibidas ante nuestros ojos. En esos casos, merecen ser escuchadas y tenidas en cuenta a la hora de reflexionar sobre cualquier tema que nos afecte.
Distintas son las opiniones que llegan sin ser requeridas, por parte de gente que ni te conoce ni te conocerá nunca. Esas…deben ser lluvia que no moje. Desde el respeto al derecho de cada uno de opinar sobre lo que le parezca oportuno, pondremos una barrera lo suficientemente alta y poderosa como para que no nos afecten. Son solamente eso, opiniones. Las suyas. Que nada tienen que ver con nosotros y a las que no vamos a permitir entrar en nuestra vida. Que se queden al lado de quien las emite, tal vez a él/ella les sirvan para mantenerse alejados de nosotros. Y es lo correcto. No podemos gustar a todo el mundo. Ni necesitamos la aprobación de todos. Basta con tener la propia y si queremos ampliar el campo, con considerar la de quienes nos importan.
Los lugares pequeños son nidos de críticas gratuitas y malintencionadas. Por eso, una actitud sencilla y sincera con las opiniones de los demás nos llevará no sólo a no aceptar estos comentarios como dañinos, sino a no participar de otros en los que nos quieran involucrar.
Que cada uno viva su vida. Que no es poco. Que no es fácil. Pero es suficiente si luchamos porque sea lo más digna y feliz posible. De forma que definitivamente, esa lluvia no nos moje.

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