Entre el caos mundano,
aparece un cielo despejado,
Entre este mundo y el otro,
Lo tengo ganado.
Un cielo despejado
que envuelve lo andado,
Recorriendo caminos inciertos,
Lo peor de lo malo;
Un cielo siempre azul
Aún con borrascas y chubascos.
Entre lo dulce y lo amargo,
Está el sabor de lo cierto
Y el sosiego de estarlo.
Cielo y tierra; mar de sargazos,
En el fondo del océano
La verdad resplandece con el lazo
del regalo que trae cuando se posa
En lo más profundo de un abrazo.
Abre las alas y deja que se vaya de largo
Pon el alma en un cofre,
sobre las aguas del mar, nadando.
Y al cielo llega en su horizonte
Para besar el límite de lo humano.
No temas salir volando.
Aquí, allá, en cualquier sitio…
El mundo te está esperando.
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