Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


martes, 24 de septiembre de 2013

SINCRONICIDAD EN VEZ DE CASUALIDAD



         “No existe la casualidad y lo que se nos presenta como azar surge de las fuentes más profundas”. (Friedrich Schiller).
         A todos nos han sucedido momentos en los que las coincidencias aparecen como situaciones mágicas unidas por hilos invisibles, conectados entre sí que solamente podemos intuir.
         A veces un libro, una película, una frase, un rótulo publicitario, dan la respuesta a lo que tanto hemos andado buscando. Una persona en la que acabas de pensar se pone en contacto contigo o la persona justa te dice las palabras exactas…o surge en tu mente una voz que te da la clave que buscabas.  A esto se le denomina sincronicidad, uno de los aspectos más enigmáticos y sorprendentes del universo.
         Fue Carl G.Jung quien acuñó el término de sincronicidad para referirse a “la simultaneidad de dos sucesos vinculados por el sentido pero de manera no causal”.
         Llegó a la conclusión de que existía una íntima conexión entre el entorno y el interior de cada uno, de modo que en determinadas ocasiones se termina creando una atracción de circunstancias coincidentes que la persona que las vive aplica simbólicamente a su destino.
         La idea o la solución siempre se esconden en nuestra mente, maquilladas de sorpresa y coincidencia, de forma que algo en el exterior le permita aflorar para ayudarnos.
         Una experiencia sincrónica suele venir a nuestras vidas cuando menos nos lo esperamos, pero siempre en el momento exacto, incidiendo en nuestros pensamientos y cambiando el rumbo de las cosas…pero para eso hay que estar receptivos, ver indicios y entender las señales que nos rodean. Hay que estar alerta con nuestro entorno, prestar atención.
Canciones de radio, imágenes de anuncios, frases de conversaciones ajenas y todo lo fortuito que por “casualidad” parezca que se nos acerca.
         Hay que dejar a la circunstancia fluir sin presionar ni forzar a que los sucesos ocurran, entonces será la intuición la que nos guíe y esa sabiduría interior que permitirá que la magia se opere y los problemas puedan resolverse con la sola intención de que así sea.
El resto lo hará la atracción imponderable que hará coincidir azar con necesidad.

2 comentarios:

  1. No es casualidad que hoy leo tu reflexión y me siento contenta por la sincronicidad que nos une. A veces resulta sorprendentemente gracioso.
    Comparto todas las palabras de este texto.
    Un beso de buenas noches.

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  2. Xara siempre gracias por esta sincronicidad que mantenemos!!...por este azar que lleno nuestra necesidad, al conocernos!. Un beso

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