Lo
especial del día no es que esté dedicado al amor, sino que como cualquier
día…uno AME.
Instalarnos
en el estado indefinido del amor significa ampliar su contenido y dejarlo sin
límites. Siempre que aludimos al amor solemos pensar que deben implicarse dos
personas, al menos, y que sin esos componentes, el amor es otra cosa.
No
hay días especiales, al menos para mí. Si amo lo hago hoy como cualquier otro
día y no necesito homenajes a lo que yo misma rindo mis respetos a diario.
Tampoco necesito un día de la mujer, ni de los difuntos, ni de nada. Los días
se elaboran en el alma, dentro de uno y en el silencio de estar inmersos en
esos sentimientos.
El
amor implica tanto que a veces no damos la talla. Siempre que se rompe una
relación, del tipo que sea, uno debería cuestionarse la parte de
responsabilidad que tiene en ello. Solemos ser muy capaces de echar balones,
fuera, de señalar con el dedo y culpabilizar al que está enfrente. Eso nos deja
satisfechos y libres de pecado; porque uno peca cuando no cumple compromisos,
cuando dice amar sin hacerlo, cuando calla lo que debería decir y oculta lo que
le gustaría gritar.
Amar
es una capacidad con la que todos nacemos y por la que vivimos a lo largo de
nuestra existencia y la de nuestra especie. De algún modo, todos necesitamos
que nos amen, como también todos necesitamos depositar nuestras ganas de compartir
afecto, ternura y emoción por lo que sea que amemos.
Sin
embargo, el amor se hace humano en cada uno de nosotros y no puede dejar de
librar las batallas del egoísmo, los celos, las dudas o las cadenas.
Sería
extraordinario poder sentir amor en libertad sin la necesidad ni siquiera de lo
que amamos como aliciente. Pero aún estamos demasiado pegados a lo contingente
y de ello hacemos el objeto del amor cuando en realidad el amor nunca tiene un
objeto, ni nunca lo tendrá.
Hoy
no es mi día, porque en realidad…lo son todos.
Estamos tan separados de nosotros mismos que cualquier aspecto ya sea lindo o nefasto de nuestras vidas, necesitamos recordarlo con el "día de". El día del amor, el día de la madre, el día del padre, el dia de reyes magos, el día del trabajo, el dia de la paz, el dia de la lucha contra el cancer, el día contra el sida, y cuántos otros días que podríamos ir añadiendo a nuestras horas, minutos segundos...La separación con respecto a nuestra alma, a nuestro corazón, a nuestra consciencia es tan inmensa como el miedo a morir.
ResponderEliminarPronto ya están naciendo nuevas conciencias capaces de hacer de cada día un nuevo amanecer.
Un beso
Bello comentario Xara!!! me quedo con ese principio donde reflexionas sobre lo separados de nosotros mismos que estamos!!...hay que hacer algo!..es urgente!!
ResponderEliminarBesossss