Me gusta
pensar que el regalito que te salga en cualquiera de los trozos de roscón que
comas, representa un mensaje para el nuevo año que acabamos de estrenar.
Me ha tocado
un búho, entre otras cositas pequeñas, lo que quiere decir que efectivamente he
comido bastante; es uno de los dulces favoritos para mí en estas fechas. El
búho en cuestión parece que presagia la buena suerte. Sin embargo, le miro y
veo que tiene cara de pocos amigos. O tal vez tenga miedo, que es otra forma de presentarnos enfadados.
Por si
acaso, le conservaré conmigo. Posiblemente, no sea mi amigo aún. Estoy segura
de que si me ha elegido es que algo tiene que decirme, protegerme o enseñarme y
si no así, algo le enseñaré yo a él, tal vez a sonreír, que no es poco.
Comencemos
este tiempo nuevo con una sonrisa, aunque no nos apetezca; si logramos habituarnos
a ella nos acompañará con facilidad y el camino será más sencillo.
Seguro.
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