Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 23 de noviembre de 2025

¿SABRÍAS RESPONDER A ESTAS DOS PREGUNTAS?



     Si te preguntasen, ahora mismo, por cuál consideras que es la calve de la vida ¿ de qué forma contestarías?. Si te invitasen a que hablases de tu propia vida, ¿por dónde empezarías…?. 

 

Antes de seguir leyendo, tómate unos minutos, coge papel y lápiz, piensa un momento y escribe lo que llegue a tu mente. De verdad que merece la pena hacerlo porque te asombrarás del resultado. 

 

No sigas leyendo.

 

Te dejo un momento para que contestes a ambas preguntas.

 

¿Lo has hecho ya?...

         

Vamos a analizar las respuestas. Sobre la clave de la vida, una de ellas; una de las más importantes, es la propia estabilidad, el equilibrio mental y la gestión sana de las emociones, una vez que hayamos priorizado la salud física en general. 




 

Tod@s nosotr@s nos iremos, rápidamente, a pensar en el amor, los hijos etc… pero antes, mucho antes de todo eso, si nosotr@s no estamos en armonía, seguridad y coherencia con nuestro interior todo irá mal.

 

A la siguiente pregunta, la referente a ti mims@, la mayoría de los lectores habrán respondido aludiendo a las personas amadas, pocas lo habrán hecho en primera persona, refiriéndose a si mism@s, al menos en un principio. Si, por el contrario, eres de l@s que te has puesto por delante de todo, te doy la enhorabuena. No es egoísmo. Es inteligencia ejecutiva, pura y dura. 

 

Lo primero eres tú, tu equilibrio, tu salud, tu fortaleza en todos los sentidos porque de ti deriva todo y en ti se apoya todo tu mundo y los que están en él. Por eso debes cuidarte de forma integral.

 

Nadie nos enseña a vivir. En ninguna escuela hay asignaturas en las que aprendamos cómo enfrentarnos a la tristeza, al duelo, al fracaso, a la traición o las euforias de las alegrías momentáneas que también, a veces, trastocan nuestro equilibrio y nuestra conducta. No somos niñ@s, pero no es tarde.

 

Lee, aprende, escucha, visiona…pero lo más importante, ¡ponlo en práctica!. Poco a poco, día a día, caso a caso porque cualquier pequeño avance en ti, lo será en tu mundo y en quienes están en él.

 

¿Se te ocurre mejor causa por la que esforzarnos?

 

 

domingo, 16 de noviembre de 2025

¡UN INSTANTE, BASTA!

 Todo sucede en un instante. El nacimiento, la muerte, el amor, el odio, una caída, la sorpresa, el desencanto… basta un relámpago en el tiempo para que ocurra.

 

En un intervalo infinitesimal de tiempo, puede comenzar o romperse el amor. Una chispa imperceptible en el espacio es suficiente para que todo nazca o todo se quiebre. 

 

¿Te has preguntado, alguna vez, en qué momento se perdió la magia en una relación o, por el contrario, nació?¿en qué partícula de sensación enquistada en tu corazón tomaste una importante decisión?¿en qué brizna de ilusión comenzaste ese proyecto que tanto supuso en tu vida?...así podríamos seguir enumerando sucesos, acontecimientos y contingencias que nos ocurren todos los días. 




 

Sería interesante conocer cómo se producen estos instantes eternos que conllevan tanto tras de sí. Nunca podríamos estar preparados porque el hechizo se produce en ese punto vacío que se instala en un paréntesis invisible de la vida diaria e imperceptiblemente arrolla con todo.

 

Basta un instante. Es suficiente una pizca de aliento divino y el giro en nuestro destino se hace efectivo.

 

Poco podemos hacer, salvo estar atentos a las señales, porque ciertamente también las hay. El suceso ocurre en el fulgor del nano tiempo en el que sucede, pero hay indicios, rastros y huellas de lo que se avecina sin remedio. 


Hay que abrir bien los ojos, ver más allá de las apariencias, escuchar el vacío sordo de lo que no se dice pero comunica, sentir el frío o el calor de lo que está a punto de ocurrir y entonces, todo puede ser vivido con mayor felicidad o menor angustia.

 

No dejes pasar lo que parece que no tiene importancia. Una minúscula partícula de broza, en tus ojos, puede impedir tu visión para siempre.

domingo, 9 de noviembre de 2025

LA FUERZA DE LAS CREENCIAS

“No mires hacia atrás con ira, ni hacia delante con miedo, sino alrededor con atención.”

 

J. Thurken

 

         Nada hay más poderoso que “creer”. Creer en lo que sea. Creer es un reactivo tan magnético que produce efectos reales en aquello en lo que se enfoca. 

         

Los beneficios de la fe, o mejor dicho, de la creencia para que no lo asimilemos a ningún tipo de religión, están presentes ya desde tiempos inmemoriales. Estas creencias  operan desde la prehistoria. Se denominaron “ magia simpática” y consistían en “creer” que aquello que sucedía en el ritual de la pintura sobre las rocas paleolíticas se operaba igualmente en el campo donde se efectuaba la caza. Matar al animal en cada trazo hecho con madera quemada y pinturas de grasas y arcillas, tenía un efecto real, solo y exclusivamente, en base a la creencia.

 

Ahora, después de miles de años, seguimos comprobando que la fuerza que entraña “creer en algo, creer en ti…” lo puede todo. Eso sí, creer no admite dudas. No permite titubeos. No es condescendiente con los pensamientos de inseguridad. No deja lugar, ni rendijas, ni puertas abiertas a las indecisiones.




 

Cuando se “cree” tiene que ser de verdad y por completo. De ello depende que se haga realidad en el pensamiento y en la mente antes de que suceda realmente. Que la creencia cobre fuerza y arrebato sin que aún se haya producido. Y entonces, solo entonces, sucede lo que ya ha cobrado vida en nuestro interior.

 

La frase que inicia esta reflexión nos invita a focalizarnos atentamente en el momento presente porque es el único que tenemos y al él debemos nuestra observación. Debemos escuchar bien, ver con claridad, hablar con precisión y olvidar con rapidez lo que nos aleje del aquí y el ahora.

 

No des importancia a situaciones de las que, en un tiempo, te estarás riendo. No anticipes desgracias que nunca ocurrirán, lo más seguro. No dejes de “ creer” en lo que sea que quieras, pero sin resquicios de duda, sin asomo de inseguridades. 

 

Cree como creían nuestr@s abuel@s, a “ pies juntillas”, decían, para que lo que tenga que suceder caiga del cielo como una suave pluma meciéndose ante nuestros ojos hasta caer en la palma de nuestra mano.

 

 

viernes, 31 de octubre de 2025

EL DÍA DE TODOS

 Todos vamos a morir. Todos lo sabemos. Todos lo queremos ignorar. La muerte nunca es nuestra, por cercana que sea, y por eso obviamos lo inevitable para no condenar al día a día al abismo que supone.

 

         La fe, en lo que sea que se deposite, salva la inconmensurable tristeza del desapego de nuestro cuerpo y nuestra vida. Pero, ¿qué sucede con aquellos que dicen no creer en nada?. Entonces se aferran a la vida y se instalan en un vacío de pensamiento que les hace vivir el presente con una indiferencia absoluta hacia el momento de finalizar la existencia.


        



 

         Todos los que nos aferramos a la creencia en una vida más allá de ésta, queremos pensar que los que se han ido están en un lugar, dimensión o plano mejor. Qué son felices, que están con los suyos y que ahí nos esperarán con la forma en que les conocimos y gozamos, para ayudarnos en el tránsito.

 

         Sea como sea, haya lo que haya, lo cierto es que lo único seguro de la vida, es la muerte. No podemos cerrar nuestra mente ante ella. Es la soberana de la vida, la que preside nuestro tiempo y lo descuenta día a día, la que hace justicia, a veces, o condena sin culpa, otras. 

 

         Los que se han ido, solo lo han hecho antes que nosotros. Tengámosles en nuestro corazón. Ahí siguen viviendo muy vivos…muy nuestros, muy presentes todavía, en su ausencia. Seamos ellos recordando su legado, no para sufrirlo, sino para gozar de lo mejor que nos dejaron.


         Hoy es su día, pero también el de todos.

domingo, 26 de octubre de 2025

SIEMPRE, MIRA EL LADO BUENO

 Todo lo que nos sucede tiene un lado bueno, una bondad escondida, algo que aprovechar para nuestro beneficio, un ápice de luz colándose entre la oscuridad que parece invadir el suceso o problema.

 

Algunas veces, no sabemos qué hay bueno en lo malo, no encontramos la rendija por donde se cuela el aire fresco, ni sabemos hallar ese nuevo comienzo después de lo que se avecinó como el final. 




 

Mira tu lado bueno, el de tus enemigos, aquel de quienes detestas o el que seguro tiene l@s que te hicieron daño. Posiblemente, lo bueno está en que no estén. Lo mejor se manifiesta en la ausencia, en el silencio o en el vacío. Ahí, lejos de estar en soledad, estás contigo y recuperarás la conexión que perdemos en ocasiones por volcarnos en los demás.

 

Necesitamos momentos a solas. Nuestro sistema nervioso nos pide calma a gritos. El corazón se queja alterando su rítmico tan-tan que late en nuestro pecho. El estómago se cierra. La mente se oscurece y los ojos lloran desconsolados por no pararnos a ver, ni valorar  “ lo bueno” que hubo, lo que aprendimos, lo que amamos o lo que simplemente disfrutamos.

 

Todo y tod@s tenemos ese lado bueno que, aún con nuestros defectos, siempre nos hace mejores de lo que se nos supone. 

 

Aventúrate a ver más allá de lo que parece y encontrarás tenuras que llevan tu nombre y que son para ti.

domingo, 19 de octubre de 2025

LA JUSTICIA DE LA VIDA

 Hay una falsa creencia en que la vida se comporta según el patrón de “ lo justo” y “ lo injusto”. Debido a ello nos revelamos muchas veces, pensando que lo que nos sucede no debería pasarnos a nosotros porque nada hemos hecho para merecerlo.

 

         La vida no funciona así. Te pone a prueba muchas veces, es verdad. Hace que pases por muchos exámenes inesperados, también es cierto, pero no hay una correspondencia con lo que demuestras ser o saber y lo que luego te devuelve de forma inmediata y correlativa.




 

         Todos hemos escuchado hablar de la ley del Karma. Todos queremos creerla cuando nos va mal a causa de alguien, sobre todo, porque esperamos, en una entendible necesidad humana, que a ell@s algo les suceda que compense nuestro dolor. Lo que no sabemos es que el Karma es neutro. Es la ley de la acción-reacción, lo que cuenta. La justicia natural que se establece con el resultado de nuestras acciones. Causa y consecuencia van de la mano.

 

         Muchas veces, nos preguntamos por qué a personas que parecen hacer el mal, les va tan bien. Podríamos añadir, a esa reflexión, el hecho de que nadie lo tiene todo, ni siempre. Podría parecer un consuelo ridículo en donde esconder nuestras penas, pero lejos de serlo es una realidad irrefutable que a todos nos afecta.

         

         Las abuelas solían decir…” No lo hagas, no lo temas”…sencilla sentencia que resume muy bien la bondad que deberíamos poner en nuestros actos para, de algún modo, rodearnos de ella sin esperar la desgracia.

 

         Así es la vida, mágica y sorprendente, justiciera e inquebrantable. Así debemos aprender a vivirla.

 

domingo, 12 de octubre de 2025

“TEMPERAMENTO Y CARÁCTER”: ¿Crees que es lo mismo?

 Imagina,  que caminas por un bosque al amanecer. El aire es fresco, los rayos del sol atraviesan tímidamente las hojas, y tú sientes que cada paso tiene un eco antiguo, como si el suelo recordara todas las pisadas anteriores. En ese escenario, piensa en ti mismo: ¿qué te hace reaccionar ante el crujido inesperado de una rama?, ¿por qué eliges seguir o detenerte? Ahí, justo en ese instante, comienza la danza entre el “temperamento” y el “carácter”.




 

El “temperamento” es el susurro más antiguo que habita en ti. Nace contigo, como el tono de tu voz o el color de tus ojos. Es la corriente invisible que guía tus impulsos: si eres rápido para enojarte o lento para hablar, si te lanzas a la vida con pasión o prefieres observar desde la distancia. Es la base emocional que no elegiste, una melodía que comenzó antes de que tuvieras conciencia de ti mismo.

 

Pero el temperamento, aunque firme, no es una prisión. A veces creemos que “así somos” y que no hay forma de cambiar. Sin embargo, sabes bien que incluso los ríos cambian su cauce con el tiempo. Puedes aprender a suavizar la corriente, a templar la ira, a encender la calma. El temperamento marca el compás, pero tú eliges el ritmo con el que bailas la vida.

 

El “carácter”, por su parte, es el escultor que trabaja sobre esa piedra inicial. Es la voz que se alza cuando el instinto grita; la que dice “espera”, “piensa”, “decide”. Se forma con la experiencia, con el dolor y con la esperanza, con cada elección que te aparta de la reacción automática y te acerca a la sabiduría. El carácter es el espejo donde se refleja lo que has aprendido de ti mismo.

 

En cambio, el “carácter” es la huella que decides dejar sobre ese bosque. Es el fruto del tiempo, de las decisiones y los tropiezos. Se forja con cada acto de voluntad, con cada vez que eliges hablar o callar, avanzar o esperar. El carácter no nace: “se construye”, ladrillo a ladrillo, con la paciencia de quien aprende a domar su propio fuego interior.

 

Así que, cuando la vida te sacuda —y lo hará—, recuerda: tu temperamento será la primera ola, pero tu carácter decidirá si te hundes o si surfeas hasta la orilla. ¿Ves la diferencia ahora? Uno te fue dado como un mapa del alma; el otro lo dibujas tú, cada día, con la tinta indeleble de tus actos.

domingo, 5 de octubre de 2025

¿SABES " SOLTAR" LO QUE TE DAÑA"

 Soltar es difícil. Estamos muy apegados a todo. A lo material, a las sensaciones y añoranzas, a los vicios, a lo bueno y a lo malo. Lo peor de ello, no es tenerlo con nosotros mientras lo vivimos, sino cargar con ello en nuestra mente después de pasado. Ese vínculo es una cadena que nos ata, venenosamente, a un monstruo que nos devora sin fin.

Veamos este breve cuento.



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…“Un anciano maestro zen y dos discípulos andaban en paz y silencio por un largo camino. Hacia el mediodía llegaron a un río y vieron a una chica muy guapa sentada tranquilamente con los pies puestos en el agua. La chica contemplaba receptiva y seductora a los tres caminantes.

Los dos discípulos empezaron a mostrarse nerviosos ante tanta belleza. Los dos quedaron embelesados por el atractivo radiante del cuerpo de la chica y por la brillantez de su mirada. Poco a poco se fueron acercando, dejando al maestro en un segundo plano. Ella, con actitud seductora, les miró y les dijo: -¿Quién de los dos podría ayudarme a cruzar el río?… Los dos muchachos se miraron y dirigieron un gesto interrogando al maestro que observaba lo que estaba pasando. El maestro lanzó una mirada profunda a cada uno de ellos sin decir nada. Después de un largo y tenso minuto de dudas, uno de los discípulos avanzó, y cogiendo a la mujer en brazos, la ayudó a cruzar el río entre sonrisas, caricias y mucha complicidad. Una vez llegaron al otro lado del río se dieron un beso tierno y se despidieron sin dejar de mirarse. El joven se dio media vuelta y continuó el camino con el otro discípulo y el maestro.

El discípulo que se había quedado junto al maestro no dejaba de lanzar interrogadoras miradas al silencioso e impasible anciano que solo observaba. Pasaban las horas mientras avanzaban silenciosos por las montañas y valles. El discípulo que no había cruzado el río junto a la muchacha, realmente lo estaba pasando muy mal. Pero no decía nada. Por la noche, cuando llegaron a casa, sus movimientos delataban su estado interno: se quemaba con el fuego que encendía, se le caía el vaso de agua que sostenía entre sus manos, tropezaba con la raíz de un árbol del jardín… Su mirada siempre encontraba el rostro impasible y ecuánime del anciano, que lo observaba sin emitir juicio ni palabra.

Tres días después, la tensión llegó a ser tan dura, que el chico se dirigió hacia el maestro y le dijo con rabia:

 -¿Por qué no le has dicho nada a mi hermano, que rompiendo las reglas de la sobriedad ha encendido el fuego del erotismo con aquella chica del río?, ¡¿por qué?!  ¡¿Por qué no le has dicho nada?!… ¡¡Y no me digas que la respuesta está en mi interior porque ya no puedo escuchar ni ver nada con claridad!! ¡Necesito entender!, dame una respuesta, por favor. El anciano, dedicándole una mirada integral de rigor y benevolencia, le respondió con serenidad y contundencia:

-Tu hermano ha tomada la mano de aquella mujer a un lado del río, y la ha soltado cuando ha llegado al otro lado. Tú has tomado la mano de aquella mujer a un lado del río, y aún no la has soltado.

https://jestoryas.wordpress.com/2017/09/16/seleccion-de-7-cuentos-breves-de-sabiduria-oriental-para-reflexionar/

 

 

 

domingo, 28 de septiembre de 2025

LAS EDADES DEL AMOR

  “Tú no sabes cómo yo le quiero”…fue la última frase de una chica adolescente a su madre antes de cerrar la puerta de la cocina con un portazo sonoro. Su madre se quedó callada e inmóvil. Pensó que, tal vez, se había olvidado de cómo se ama a esa edad…”






 

Este breve fragmento puede llevarnos a reflexionar sobre los afectos, sus tipos y sus intensidades biológicas y espirituales.

 

Pareciese que el amor tuviese edades, intensidades, memoria y vida propia siguiendo el protocolo vital de todo lo animado.

 

Uno, cuando piensa en el amor lo hace en el estado puro del mismo. Incondicional, generoso, altruista, compasivo, cuidador, emotivo, pasional, tierno e incansablemente atento al sujeto amado. Luego, más tarde, confronta estas ideas con las experiencias que cada cual tenemos y parece que todo se desmorona. Y es que el amor, como amplio concepto que lo embarga todo, lo hemos confundido tantas veces, incluso lo hemos distorsionado, forzado, retorcido y estrujado para que encaje con la idea grandiosa del mismo, al que todos aspiramos.

 

El amor, lejos de ser un sentimiento de arrebato, de lujuria y de explosiones incontroladas, se instala en el equilibrio sostenido, la calma dulce y la pasión armoniosa. Ni amigo de las prisas, ni enemigo de la armonía. 

 

Sin duda hay edades para vivir sesgos del amor que son otras cosas. Edades en las que pareciese un volcán en erupción, momentos en los que creemos que nos sumerge en el infierno más corrosivo, pero en ninguno de esos tiempos es amor lo que está en juego.

 

Hay una frase de Walter Riso muy esclarecedora al respecto: …”Si el amor duele, no es de tu talla”. Añadiría… si “ duele continuamente”…no lo es. 

 

Revisa tus amores y extrae conclusiones.

sábado, 20 de septiembre de 2025

¿ SABES QUIÉN ERES Y CÓMO ERES?

 Creemos que nos conocemos, pero no dedicamos mucho tiempo a revisarnos. Nuestras reflexiones, la mayoría de las veces, se dirigen a perdonar los defectos que podemos vernos. Creemos que sabemos quiénes somos, pero a veces, la vida nos sorprende poniéndonos pruebas en las que ni por asomo actuamos como creemos. Gran parte de los conflictos y emociones negativas de nuestro interior se producen porque nuestra idea de nosotros mismos se genera por comparación con los que están a nuestro alrededor y eso nunca funciona para tener una autoestima sana y una vida satisfactoria.

Veamos este breve relato que se hace referencia a la importancia de reconocernos como únicos y valiosos sin compararnos nada más que con nosotros mismos. 



EL ÁRBOL QUE NO SABÍA QUIEN ERA

Había una vez en un lugar que podría ser cualquier lugar, y en un tiempo que podría ser cualquier tiempo, un jardín esplendoroso con árboles de todo tipo: manzanos, perales, naranjos, grandes rosales,… Todo era alegría en el jardín y todos estaban muy satisfechos y felices. Excepto un árbol que se sentía profundamente triste. Tenía un problema: no daba frutos.

-No sé quién soy… -se lamentaba-. -Te falta concentración… -le decía el manzano- Si realmente lo intentas podrás dar unas manzanas buenísimas… ¿Ves qué fácil es? Mira mis ramas…

-No le escuches. -exigía el rosal- Es más fácil dar rosas. ¡¡Mira qué bonitas son!!.Desesperado, el árbol intentaba todo lo que le sugerían. Pero como no conseguía ser como los demás, cada vez se sentía más frustrado.

Un día llegó hasta el jardín un búho, la más sabia de las aves. Al ver la desesperación del árbol exclamó:

-No te preocupes. Tu problema no es tan grave… Tu problema es el mismo que el de muchísimos seres sobre la Tierra. No dediques tu vida a ser como los demás quieren que seas. Sé tú mismo. Conócete a ti mismo tal como eres. Para conseguir esto, escucha tu voz interior… ¿Mi voz interior?… ¿Ser yo mismo?… ¿Conocerme?… -se preguntaba el árbol angustiado y desesperado-. Después de un tiempo de desconcierto y confusión se puso a meditar sobre estos conceptos.

Finalmente un día llego a comprender. Cerró los ojos y los oídos, abrió el corazón, y pudo escuchar su voz interior susurrándole:

«Tú nunca en la vida darás manzanas porque no eres un manzano. Tampoco florecerás cada primavera porque no eres un rosal. Tú eres un roble. Tu destino es crecer grande y majestuoso, dar nido a las aves, sombra a los viajeros, y belleza al paisaje. Esto es quién eres. ¡Sé quién eres!, ¡sé quién eres!…»

Poco a poco, el árbol se fue sintiendo cada vez más fuerte y seguro de sí mismo. Se dispuso a ser lo que en el fondo era. Pronto ocupó su espacio y fue admirado y respetado por todos.

Solo entonces el jardín fue completamente feliz. Cada cual celebrándose a sí mismo.

https://jestoryas.wordpress.com/2017/09/16/seleccion-de-7-cuentos-breves-de-sabiduria-oriental-para-reflexionar/

 

domingo, 14 de septiembre de 2025

¿TAMBIÉN CUIDAS DE TI?

 ¿Cuánto tiempo llevas sin determinar qué es lo más importante que tienes pendiente para que tu vida mejore?. Esta pregunta que nunca solemos hacernos, es de gran importancia. A menudo, su respuesta nada tiene que ver con el trabajo, el dinero o el hogar. La mayoría de las veces entra en el campo de lo personal, de uno mismo, de lo que está allí en el fondo de nuestro sentir y no tenemos tiempo de mirar. Posponemos nuestro bienestar. Anulamos nuestras necesidades, cedemos nuestros deseos a favor de lo que parece más necesario y nada lo es más que sentirnos bien. Si logramos ese estado de bienestar podremos hacer frente a todo lo demás.

Veamos este breve relato relativo al tema.



AFILAR EL HACHA

En cierta ocasión, un joven llegó a un campo de leñadores con el propósito de obtener trabajo. Habló con el responsable y éste, al ver el aspecto y la fortaleza de aquel joven, lo aceptó sin pensárselo y le dijo que podía empezar al día siguiente.

Durante su primer día en la montaña trabajó duramente y cortó muchos árboles. El segundo día trabajó tanto como el primero, pero su producción fue escasamente la mitad del primer día. El tercer día se propuso mejorar su producción. Desde el primer momento golpeaba el hacha con toda su furia contra los árboles. Aun así, los resultados fueron nulos.

Cuando el leñador jefe se dio cuenta del escaso rendimiento del joven leñador le preguntó:

-¿Cuándo fue la última vez que afilaste tu hacha?. El joven respondió:
-Realmente, no he tenido tiempo… “He estado demasiado ocupado cortando árboles…”

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domingo, 7 de septiembre de 2025

EL HOGAR DE LA LUZ

Cada persona, cada lugar y diría que cada cosa…tienen su propia luz. Todos somos energía, frecuencia en estado puro, vibración en dimensión y proporción singular.

 

         Todos somos iguales y, también, inmensamente diferentes. La luz de cada uno se genera dentro de su peculiar forma de ser y estar en el mundo. Sus actitudes, sus sonrisas, el brillo de sus ojos o el color de su mirada. Las palabras inocentes y las perversas que salen de su boca, los pensamientos más recónditos que se esconden en la mente, la forma de acercarse o el desapego en la manera de rechazar. El tono de voz, la modulación de las palabras, la sensibilidad con la que rozan las manos cualquier superficie, la manera de andar, la forma de escuchar…, pero sobre todo, el modo de amar.




 

         La luz está en todas partes y por tanto también la sombra que va pegada a ella. Son entes dicotómicos inseparables, como el día y la noche o la vida y la muerte. No apreciaríamos la luz si no hubiésemos estado en la oscuridad. Y si en nosotros no se refleja nuestra luz interna, irradiaremos la opacidad de un tono oscuro que espera ser transformado más allá de nuestra consciencia.

 

         El hogar de la luz no son solo las personas. La luz se instala en el rincón más lejano, en la calle más pequeña, en la cocina más humilde, en el asiento del vehículo que te lleva, en el perro o el gato que se acerca, en la brisa que te envuelve o en el aroma que te trae recuerdos de éste u otros momentos.

 

         Los colores de la luz son infinitos. Su gama se amplía como un abanico de infinitas tonalidades que se resumen en la más bella: el resplandor que brilla sin ser visto; ese ángel que nos alienta y que nadie ve pero, que todos notan.

 

         Si crees que tú no tienes luz, que está apagada, oscura o escondida, estás en un error. Tú no la puedes ver, pero es un espejo inmenso donde el resto se refleja. 

 

Sostén la llama de tu corazón aunque sea bajita e imperceptible. Deja que la vida te sorprenda y la enderece amplia y espléndida en tu interior. Confía en el mar de calma que te habita y sigue en la plena confianza de estar en el lado correcto.

 

domingo, 31 de agosto de 2025

NO CULPES A NADIE

 Os deseo un buen comienzo del mes de septiembre, un periodo de regreso al hogar, a las rutinas, a ti mismo/a. 

 

Es bello marchar, descubrir otros espacios y otras gentes, conocer nuevas comidas, sentir otras brisas sobre nuestro rostro, eso que se ha llamado equívocamente “ desconectar”. Sabemos que de lo que nunca podremos evadirnos es de nosotros mismos, que nos llevamos puestos, que nuestra sombra nos seguirá siempre. Por ello, evádete, marcha, huye, cambia los ojos que te miran siempre o la boca que te arrulla, pero no olvides que solo a ti te debes y que has de cumplir con ese compromiso si quieres ser feliz.

 

Veamos este poema tan poderoso para reflexionar en tiempos de regreso…





 

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No culpes a nadie, nunca te quejes de nada ni de nadie, porque fundamentalmente tú has hecho tu vida.

        Acepta la responsabilidad de edificarte a ti mismo y el valor de acusarte en el fracaso para volver a empezar; corrigiéndote, el triunfo del verdadero hombre surge de las cenizas del error.

         Nunca te quejes del ambiente o de los que te rodean, hay quienes en tu mismo ambiente supieron vencer, las circunstancias son buenas o malas según la voluntad o fortaleza de tu corazón.

          Aprende a convertir toda situación difícil en un arma para luchar.

          No te quejes de tu pobreza, de tu soledad o de tu suerte, enfrenta con valor y acepta que de una u otra manera, todo dependerá de ti; no te amargues con tu propio fracaso, ni se lo cargues a otro, acéptate ahora o seguirás justificándote como un niño, recuerda que cualquier momento es bueno para comenzar y que ninguno es tan terrible para claudicar.

           Deja ya de engañarte, eres la causa de ti mismo, de tu necesidad, de tu dolor, de tu fracaso.

            Si, tú has sido el ignorante, el irresponsable, tú, únicamente tú, nadie pudo haber sido por ti.

            No olvides que la causa de tu presente es tu pasado, como la causa de tu futuro es tu presente.

            Aprende de los fuertes de los audaces, imita a los enérgicos, a los vencedores, a quienes no aceptan situaciones, a quienes vencieron a pesar de todo.

           Piensa menos en tus problemas y más en tu trabajo y tus problemas sin alimento morirán.

           Aprende a nacer desde el dolor y a ser más grande, que el más grande de los obstáculos.

              Mírate en el espejo de ti mismo.

          Comienza a ser sincero contigo mismo. Reconociéndote por tu valor, por tu voluntad y por tu debilidad para justificarte.

             Reconócete dentro de ti mismo, más libre y fuerte, dejarás de ser un títere de las circunstancias,
porque tú mismo eres tú destino.

        Y nadie puede sustituirte en la construcción de tu destino.

 Levántate mira las mañanas y respira la luz del amanecer.

           Tú eres parte de la fuerza de la vida

     Ahora despierta, camina, lucha.

          Decídete y triunfarás en la vida.

             Nunca pienses en la suerte, porque la suerte es el pretexto de los fracasados.

Poema apócrifo ( autor desconocido)

 

domingo, 10 de agosto de 2025

LA VERDADERA FUERZA

 No sabemos la fuerza que hay en nosotros hasta que la necesitamos.  A veces, hemos visto a los demás en situaciones en las que hemos pensado que seríamos incapaces de sufrir y superar, pero no es así.

 

La supervivencia es una de las características de los seres vivos más destacada y cuanto más desarrollados e inteligentes son éstos, más potenciada está. Por eso, lo que parece un drama insuperable…con el tiempo se va acomodando en nuestro corazón para permitir que nuestro cuerpo y nuestra mente sigan viviendo.

 

Veamos una breve reflexión sobre la fortaleza y el carácter de su naturaleza.




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“Si quieres saber lo fuerte que es una persona, mira lo gentil que es. La verdadera fuerza no siente la necesidad de ser fuerte o contundente, no siente la necesidad para probarse a sí misma. 

 

La verdadera fuerza es tener un corazón abierto en un mundo que te enseña a cerrarlo. 

 

La verdadera fuerza es dejar que tu vulnerabilidad se vea sin preocuparse de juzgar.

 

 La verdadera fuerza está estar tan arraigada en la verdad de quién eres que no sientes necesidad de defenderla. 

 

La verdadera fuerza es elegir el amor sobre el miedo en cada momento.

 

La verdadera fuerza es suave, es silenciosa, es ligera como una pluma. La verdadera fuerza es fluida, fluye con las corrientes de la vida, mientras que nunca se pierde dentro de ella.

 

La verdadera fuerza no se ve, se siente; emanando de un corazón que ha aprendido, que “el amor es el camino.” (Rumy, poeta sufí)

 

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         El infinito cableado de las emociones, dentro de nuestro cuerpo, dirigido por una mente que en milésimas de segundo da respuestas a estímulos externos e internos, nos ayudará siempre a mantener la fuerza viva para continuar, a pesar de cualquier circunstancia, en medio del caos y en el centro del desconcierto más paralizante. Eso nos debe dar la seguridad y la calma suficiente para dejar pasar lo malo esperando algo mejor, que llegará con seguridad porque la vida es cíclica y así hay que saber vivirla.

 

domingo, 3 de agosto de 2025

¿CUÁL ES EL TAMAÑO DE TU RECIPIENTE?

 

Todo el mundo tiene penas. Nadie se escapa de ellas. Por muy feliz que parezca el amigo, el vecino de enfrente, el cantante preferido, el artista de moda o nuestra propia familia…no hay que dudar que todos participamos de la misma condición humana, que a todos nos afecta la enfermedad, la traición, la deslealtad y los propios fantasmas que, a veces, no descansan ni de noche ni de día.

Veamos este breve pasaje relativo a ello.




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“Un anciano maestro estaba ya cansado de escuchar las constantes quejas de su discípulo, así que pensó que debía enseñarle algo que le hiciera recapacitar.

Una mañana le pidió que le trajera sal y cuando regresó, el maestro le dijo que echara un puñado en un vaso de agua y que a continuación se la bebiera.

—¿Cómo sabe ahora el agua? —preguntó el sabio anciano.

—Muy salada, —respondió el discípulo poniendo cara de asco.

Aguantándose la risa el maestro le indicó que repitiera la acción, pero en lugar de tirar la sal en un vaso lo hiciera en un lago. Caminaron sin prisas hacia un gran lago situado en medio de un vergel a las afueras de su aldea y cuando el discípulo cumplió la orden el venerable maestro le pidió que bebiese.

—¿A qué te sabe ahora? —le preguntó.

A lo que el aprendiz le respondió:

—Esta agua está fresquísima. No sabe nada a sal, es una delicia para el paladar.

Entonces el maestro cogiéndole las manos a su discípulo, le dijo:

—El dolor de la vida es pura sal. Siempre hay la misma cantidad, sin embargo su sabor depende del recipiente que contiene la pena. Por eso, cuando te aflijan las adversidades de la vida, deja de ser un vaso y conviértete en un lago.”

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Efectivamente, no es lo mismo una cucharada de sal en un café, que en dos litros de agua. Si ampliamos el espacio de nuestro corazón, si resistimos con fuerza los envites de la vida con una mente espaciosa…todo será más leve, más sencillo, más fácil y la losa que nos aplasta se elevará por encima de nuestra cabeza diluyéndose entre las nubes del cielo.

 

 

sábado, 26 de julio de 2025

TRASPASA TUS MIEDOS Y ENCONTRARÁS CALMA

 No es siempre, no todos los días, ni tampoco a todas las horas, pero hay momentos increíblemente malos. Puede parecer que lo tienes todo, puede que los demás no lo vean, puede que aunque lo hagan ni siquiera lo entiendan. La realidad es que te sientes solo/a en un desierto sin oasis en el que no hay caminos, las sendas no se ven o las huellas de otros están borradas.

 

No te asustes. El cerebro está preparado para sobrevivir cuando el cuerpo o la mente están saturados. Él busca maneras  y formas de no colapsar, de seguir adelante, de enviarte mensajes que debes aprender a identificar. Vive con la seguridad de que podrás seguir, de que aprenderás a vivir con un dolor que se irá transformando, proceda de donde proceda.




 

El tiempo siempre ayuda. Todo cambia. Nuestra esencia, la de la vida, es la impermanencia. En realidad, no hay tierra bajo nuestros pies que no se mueva. No hay “ para siempre”, “ todos”, “nadas”… la existencia es cambio, nada permanece igual ni siquiera por un momento, aunque lo parezca.

 

La única forma de instalarse en el caos es traspasándolo…recordemos que el ojo del huracán, en su centro, siempre está repleto de la mayor calma que podamos conocer. Pasa más allá de lo que te asusta, de lo que te duele, de lo que te hace sentir rencor y verás que paso a paso llegarás a lugares más serenos, más suaves, más equilibrados donde comience a darte igual todo lo que no seas tu mismo/a y la conciencia bondadosa que da sentido real a tu vida.