Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


domingo, 10 de agosto de 2025

LA VERDADERA FUERZA

 No sabemos la fuerza que hay en nosotros hasta que la necesitamos.  A veces, hemos visto a los demás en situaciones en las que hemos pensado que seríamos incapaces de sufrir y superar, pero no es así.

 

La supervivencia es una de las características de los seres vivos más destacada y cuanto más desarrollados e inteligentes son éstos, más potenciada está. Por eso, lo que parece un drama insuperable…con el tiempo se va acomodando en nuestro corazón para permitir que nuestro cuerpo y nuestra mente sigan viviendo.

 

Veamos una breve reflexión sobre la fortaleza y el carácter de su naturaleza.




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“Si quieres saber lo fuerte que es una persona, mira lo gentil que es. La verdadera fuerza no siente la necesidad de ser fuerte o contundente, no siente la necesidad para probarse a sí misma. 

 

La verdadera fuerza es tener un corazón abierto en un mundo que te enseña a cerrarlo. 

 

La verdadera fuerza es dejar que tu vulnerabilidad se vea sin preocuparse de juzgar.

 

 La verdadera fuerza está estar tan arraigada en la verdad de quién eres que no sientes necesidad de defenderla. 

 

La verdadera fuerza es elegir el amor sobre el miedo en cada momento.

 

La verdadera fuerza es suave, es silenciosa, es ligera como una pluma. La verdadera fuerza es fluida, fluye con las corrientes de la vida, mientras que nunca se pierde dentro de ella.

 

La verdadera fuerza no se ve, se siente; emanando de un corazón que ha aprendido, que “el amor es el camino.” (Rumy, poeta sufí)

 

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         El infinito cableado de las emociones, dentro de nuestro cuerpo, dirigido por una mente que en milésimas de segundo da respuestas a estímulos externos e internos, nos ayudará siempre a mantener la fuerza viva para continuar, a pesar de cualquier circunstancia, en medio del caos y en el centro del desconcierto más paralizante. Eso nos debe dar la seguridad y la calma suficiente para dejar pasar lo malo esperando algo mejor, que llegará con seguridad porque la vida es cíclica y así hay que saber vivirla.

 

domingo, 3 de agosto de 2025

¿CUÁL ES EL TAMAÑO DE TU RECIPIENTE?

 

Todo el mundo tiene penas. Nadie se escapa de ellas. Por muy feliz que parezca el amigo, el vecino de enfrente, el cantante preferido, el artista de moda o nuestra propia familia…no hay que dudar que todos participamos de la misma condición humana, que a todos nos afecta la enfermedad, la traición, la deslealtad y los propios fantasmas que, a veces, no descansan ni de noche ni de día.

Veamos este breve pasaje relativo a ello.




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“Un anciano maestro estaba ya cansado de escuchar las constantes quejas de su discípulo, así que pensó que debía enseñarle algo que le hiciera recapacitar.

Una mañana le pidió que le trajera sal y cuando regresó, el maestro le dijo que echara un puñado en un vaso de agua y que a continuación se la bebiera.

—¿Cómo sabe ahora el agua? —preguntó el sabio anciano.

—Muy salada, —respondió el discípulo poniendo cara de asco.

Aguantándose la risa el maestro le indicó que repitiera la acción, pero en lugar de tirar la sal en un vaso lo hiciera en un lago. Caminaron sin prisas hacia un gran lago situado en medio de un vergel a las afueras de su aldea y cuando el discípulo cumplió la orden el venerable maestro le pidió que bebiese.

—¿A qué te sabe ahora? —le preguntó.

A lo que el aprendiz le respondió:

—Esta agua está fresquísima. No sabe nada a sal, es una delicia para el paladar.

Entonces el maestro cogiéndole las manos a su discípulo, le dijo:

—El dolor de la vida es pura sal. Siempre hay la misma cantidad, sin embargo su sabor depende del recipiente que contiene la pena. Por eso, cuando te aflijan las adversidades de la vida, deja de ser un vaso y conviértete en un lago.”

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Efectivamente, no es lo mismo una cucharada de sal en un café, que en dos litros de agua. Si ampliamos el espacio de nuestro corazón, si resistimos con fuerza los envites de la vida con una mente espaciosa…todo será más leve, más sencillo, más fácil y la losa que nos aplasta se elevará por encima de nuestra cabeza diluyéndose entre las nubes del cielo.

 

 

sábado, 26 de julio de 2025

TRASPASA TUS MIEDOS Y ENCONTRARÁS CALMA

 No es siempre, no todos los días, ni tampoco a todas las horas, pero hay momentos increíblemente malos. Puede parecer que lo tienes todo, puede que los demás no lo vean, puede que aunque lo hagan ni siquiera lo entiendan. La realidad es que te sientes solo/a en un desierto sin oasis en el que no hay caminos, las sendas no se ven o las huellas de otros están borradas.

 

No te asustes. El cerebro está preparado para sobrevivir cuando el cuerpo o la mente están saturados. Él busca maneras  y formas de no colapsar, de seguir adelante, de enviarte mensajes que debes aprender a identificar. Vive con la seguridad de que podrás seguir, de que aprenderás a vivir con un dolor que se irá transformando, proceda de donde proceda.




 

El tiempo siempre ayuda. Todo cambia. Nuestra esencia, la de la vida, es la impermanencia. En realidad, no hay tierra bajo nuestros pies que no se mueva. No hay “ para siempre”, “ todos”, “nadas”… la existencia es cambio, nada permanece igual ni siquiera por un momento, aunque lo parezca.

 

La única forma de instalarse en el caos es traspasándolo…recordemos que el ojo del huracán, en su centro, siempre está repleto de la mayor calma que podamos conocer. Pasa más allá de lo que te asusta, de lo que te duele, de lo que te hace sentir rencor y verás que paso a paso llegarás a lugares más serenos, más suaves, más equilibrados donde comience a darte igual todo lo que no seas tu mismo/a y la conciencia bondadosa que da sentido real a tu vida.

domingo, 20 de julio de 2025

Y SI TE DIGO " NO" ...

 La reflexión de hoy está centrada en la culpabilidad al poner límites, en la necesidad de ponerlos y en la incapacidad de hacerlo. 

 

No es fácil, cuando estás inmers@ en la educación de la complacencia hacia los demás, decir que “no”. Y no lo es porque con ello, creemos que vamos a desairar al otro, que nos mirará de otra forma y que, en definitiva, nos estimará menos. Tememos ofenderlos, molestarlos y, sobre todo, que cambien la opinión de persona flexible, tolerante y amable que tienen de nosotr@s. 





 

¿Cuántas veces, en este juego desproporcionado y dispar, perdemos sin remedio?. ¿Cuántas veces desearíamos dar la vuelta y marchar después de una rotunda negativa?¿Por qué nos “ congelamos” en la imagen y pasamos por encima de nuestros deseos para que otros puedan llevar a cabo los suyos?.

 

A estas preguntas podríamos añadir otras muchas en las que nos veríamos much@s de nosotr@s reflejados. Y nos preguntamos…¿Por qué yo no puedo?.

 

Poner límites, delimitar nuestra zona de “posibilidad”, saber hasta dónde pueden invadir tu espacio físico y mental es todo un arte. Una habilidad que debemos aprender sin demora y sin culpa. Una necesidad si queremos vivir una vida plena y libre de los condicionamientos que otros quieran imponernos. 

 

No es difícil si empezamos por poner en práctica pequeños retos que lleven a  autoafirmarnos. Si cuando algo te disuena dentro, ante una propuesta, haces caso a tu sentir, a tu malestar… y te pones por delante de cualquier pensamiento que vaya en tu contra para decir abiertamente y con sencillez, ese “no” que se antoja tan huidizo cuando te muestras débil.

 

No pienses en el de enfrente. Piensa en ti, porque contigo es con quien tendrás que vivir siempre, el otr@ siempre se va…

domingo, 13 de julio de 2025

EL LAGO CONGELADO DE LA TRISTEZA

 Es terrible ser un triste. Mucho más terrible de lo que pueda imaginarse. Evaristo lo comprobó al día siguiente.

     Tras haber perdido la sonrisa, nada le parecía divertido. Todo lo contrario; hasta le daba rabia ver a alguien sonriente y pensaba que era un tonto de remate. Porque él, desde luego, no veía motivos de alegría por ningún lado. 




     Pese a ser ella misma una mujer triste, incluso su madre notó que algo le pasaba.

          - ¿Estas bien? -le preguntó en el desayuno.

          - Claro que estoy bien. ¿Por qué me lo preguntas?

          - Estás tan serio…….

          - ¿Y por qué no iba a estarlo? -preguntó Evaristo, poniéndose más seria aún.

     Su madre se encogió de hombros. En realidad, ella veía las cosas exactamente igual. ¡Pero como otros días hijo parecía tan alegre…!

     También algunos profesores le preguntaron en el colegio se le pasaba algo. Y se lo preguntó su amigo Juáncar.

     Evaristo, cada vez más enfadado, respondió a todos que no; que no le dolía la tripa, ni las muelas, ni se había peleado con Zenón (que era el bruto de la clase) ni estaba enfadado por nada en particular. A todos les dijo que, si estaba serio, era porque no tenía ganas de reír. Y que, si no tenía ganas de reír, era porque no había ningún motivo para ello.

     Y cuando más enfadado estaba por tener que responder mil veces a lo mismo, se le acercó Alicia.

             - ¿Qué te pasa? -le preguntó también.

             -Nada.

     Alicia iba a la misma clase que él. Tenía el pelo corto, algo rizado y negro; respingona la nariz y muy redonda la cara. Siempre estaba sonriendo. Decían los profesores que era la persona más alegre del colegio

     Evaristo había jugado muchas veces con ella, pero había hablado pocas…. Quizá porque le ponía algo nervioso. ¡Le parecía tan guapa! La más guapa del colegio. Aunque claro está que nunca se lo había dicho. Ni a ella ni a nadie.

             - ¿Por qué estás tan serio? -volvió a preguntarle 

Alicia.

             -No estoy serio.

            - ¿Ah, no?

            -No. Estoy normal

            - ¿Ah, sí?

           - Sí

    Alicia estaba asombrada. Qué repuestas tan secas y malhumoradas. Algo le pasaba a Evaristo. Insistió:

           - ¿No vienes a jugar al patio?

           - No

           -¿Por qué?

           -Porque no.

           -¿Y por qué ¡por que no! ¡Jugar es divertido!

    -se impacientó la chica.

           -Pues yo no le veo la gracia -respondió Evaristo.

           -¿Te ríes de mí? -replicó Alicia, en el colmo del asombro.

    Evaristo, en el colmo de la irritación, le gritó;

            -Yo no me río de nada! ¡Jugar no es divertido!¡Nada es divertido!

           -¡Mentira! -se indigno Alicia- ¡Hay montones de cosas divertidas!

            Evaristo hizo un gesto despectivo;

           Eso se creen los bobos como tú, que no saben más que reír y sonreír sin venir a cuento.

            -¡Yo no soy boba! -exclamó Alicia, muy furiosa.

            -Pues no sonrías más. Haz lo que la gente seria como yo.

          Alicia no entendía nada. No podía comprender que de verdad Evaristo pensara todo lo que estaba diciendo. Ahora sí que estaba completamente segura de que su amigo tenía algún problema, algún problemón que no se atrevía ni a decir. Por eso tenía un humor tan pésimo y decía las tonterías que decía.

          - ¿Por qué no me dices de una vez lo que te pasa?

     -Le suplico con cara seria.

          -¡¡Nada, gilitonta!! -grito Evaristo-,¡¡No me pasa nada!!

         Y se alejó, hecho una furia, hasta una esquina del patio del colegio.

         A Alicia casi se le saltaron las lágrimas ante aquel nuevo e inesperado insulto.

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Este relato nos indica qué sucede cuando cada uno estamos tristes, malhumorados o ansiosos. El problema no está fuera , no está en los otros, ni a veces en las circunstancias. La verdadera dificultad está en nosotros. 

Nos sentimos mal, el mundo parece en nuestra contra, no sabemos gestionar lo que nos sucede y la única forma de relacionarnos desde nuestra desazón es el silencio iracundo, la pasividad agresiva o el desencanto amargo a cada paso.

Cuando tengas a alguien delante de ti con esta acritud instalada en sus venas, no lo juzgues, no te sientas culpable y no lo culpes.

Está sufriendo. Esa es la explicación.

           

 

 

 

 

           

 

 

 

 

 

 

domingo, 6 de julio de 2025

CADA GOTA DE VIDA...

                 Cuando los días pasan sin sobresaltos importantes, sin desgracias reales, sin problemas serios y determinantes, hacemos de que cualquier molestia, una contrariedad que nos desborda. Nuestra paciencia se agota por poco, nuestros nervios se desatan por complicaciones nimias y no apreciamos la serenidad que aporta a nuestros días las rutinas que se nos tornan amargas cuando no hay nada peor.

 

No sabemos el momento en el que todo puede cambiar. Ni estimamos las gotas de vida que día a día nos ayudan a continuar sin sobresaltos.




 

La vida es impredecible. Nadie creemos que todo puede cambiar en un instante, que es precisamente esa imprevisibilidad de ella lo que nos debería hacer que la apreciásemos tanto cuando nada pasa.


 

No hay consuelo para quienes han probado las amarguras inesperadas en carne propia, no hay palabras para quien se despiertan con su mundo ordenado y en un segundo todo se transforma en caos. No hay bálsamo que aplaque el dolor del desconsuelo de lo perdido para siempre. Solo el tiempo, ese amigo implacable que nos ayuda a convivir con el dolor, se encargará de recomponer los pedazos rotos de la vida cuando sacude desde dentro con su peor cara.



Para aquellos que hoy no pueden cesar sus lágrimas, ni detener la tristeza inmensa de su corazón. Para los que están sumidos en la desgracias apretándoles fuerte la garganta. Para los que, ahora mismo, no tienen horizonte, ni quieren saber nada de la vida…, decirles que será esta misma la que algún día pueda hacerles sonreír de nuevo.

 

Un minuto de oración interna, de silencio profundo desde el corazón por tod@s ell@s.

 

 

domingo, 29 de junio de 2025

LEER, EL GIMNASIO DE LA MEMORIA

 La lectura es mágica. No solo te transporta a otros mundos, te hace vivir otras vidas, dando alas a la tuya, sino que también ejercita tu mente. Estimula las neuronas, al obligarnos a pensar, ordenar ideas e interrelacionar conceptos y, sobre todo, a no perder la capacidad de imaginar.

 

         Igual que el ejercicios físico mantiene el cuerpo en forma y lo cuidamos intensamente con los gimnasios llenos, la lectura mantiene el cerebro activo y ágil, pero a diferencia de ellos, las bibliotecas no están llenas, ni en las librerías se hace cola por ver si se agota el libro que deseas.




 

         Le damos poca importancia al cerebro y mucha al cuerpo, pero olvidamos que el cuerpo es la casa donde habita quien lleva el timón para que éste funcione.

 

         Seguramente, si eres de las persona que lees poco, estarás pensando que te cuesta mucho estar quieto/a, detenido/a ante la lectura, inmóvil por un rato largo y demasiado concentrado cuando tu mente está excesivamente dispersa. La lectura es un hábito que hay que saber rentabilizar. Tiene muchas virtudes y bien vale un poco de sacrificio y de quietud, dosificado día a día, por los beneficios que reporta.

 

         Comienza con poco. Haz tu camino sobre la lectura con lentitud, paso a paso…y terminarás comprobando el maravilloso mundo que te espera.

Finalmente, abrir un libro es mucho más que sumergirte en una historia, es invertir en tu salud mental y, con ello, en una mejor dinámica corporal.


¡Feliz domingo!

 

         

 

domingo, 22 de junio de 2025

RECURRE A TU INTELIGENCIA PARA SALVARTE

Cuando todo parece ir mal, cuando no encontramos una salida e incluso cuando te ves boca abajo y arrastrado a un final destructivo para ti, no hay herramienta mejor que la inteligencia.

 

         Detente, haz silencio interior y piensa. ¿Qué es lo peor que podría pasar?¿Puedo hacer algo porque no pase?¿Puedo defenderme a mí de todas sus consecuencias?¿Puedo salvarme?... siempre hay un modo, aunque solamente sea quedarse quieto, quedarse dentro. Esperar y confiar. Otras veces, podemos actuar en nuestro favor con astucia y estrategia.




 

Veamos este breve cuento y saquemos nuestras conclusiones.

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“Cuenta una antigua leyenda, que en la Edad Media un hombre muy virtuoso fue injustamente acusado de haber asesinado a una mujer.
En realidad, el verdadero autor era una persona muy influyente del reino, y por eso, desde el primer momento se procuró un “chivo expiatorio”, para encubrir al culpable.


            El hombre fue llevado a juicio ya conociendo que tendría escasas o nulas esperanzas de escapar al terrible veredicto: ¡La horca!


           El juez, también comprado, cuidó no obstante, de dar todo el aspecto de un juicio justo, por ello dijo al acusado: -“Conociendo tu fama de hombre justo y devoto del Señor, vamos a dejar en manos de El tu destino: Vamos a escribir en dos papeles separados las palabras ‘culpable’ e ‘inocente’. Tú escogerás y será la mano de Dios la que decida tu destino”.


         Por supuesto, el mal funcionario había preparado dos papeles con la misma leyenda: ‘CULPABLE’. Y la pobre víctima, aún sin conocer los detalles, se daba cuenta que el sistema propuesto era una trampa. No había escapatoria. El juez ordenó al hombre tomar uno de los papeles doblados.


          Este respiró profundamente, quedó en silencio unos cuantos segundos con los ojos cerrados, y cuando la sala comenzaba ya a impacientarse, abrió los ojos y con una extraña sonrisa, tomó uno de los papeles y llevándolo a su boca, lo engulló rápidamente.


          Sorprendidos e indignados, los presentes le reprocharon. .. -“Pero..., ¿qué hizo...?, ¿y ahora...?, ¿cómo vamos a saber el veredicto... ?”. -“Es muy sencillo, respondió el hombre... es cuestión de leer el papel que queda, y sabremos lo que decía el que me tragué”. Con un gran coraje disimulado, tuvieron que liberar al acusado y jamás volvieron a molestarlo…

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Por más difícil que se nos presente una situación, nunca dejemos de buscar la salida, ni de luchar hasta el último momento.

 

 Muchas veces creemos que los problemas no tienen solución y nos resignamos a perder y no luchar. Activa tu capacidad de razonamiento, se astuto, pon en marcha el mejor plan para ti. Tu eres el rey de tu reino y estás obligado a defender tu reinado.

domingo, 15 de junio de 2025

¿LEALTAD O FIDELIDAD?

 En muchas ocasiones oímos reiteradas alusiones a estos términos que parecen dicotómicos, enfrentados y superpuestos. Se cuestiona si la lealtad es preferible a la fidelidad. Si realmente van separadas, si solamente juntas se entienden o si nada tiene que ver la una con la otra.

 

Pareciese que la lealtad fuera un término más amplio, profundo y duradero que se extiende más allá de las relaciones bipersonales, que perdura en el tiempo como el tesoro más deseable y que está por encima de la fidelidad, más pasajera o destructible en cualquier momento.




 


Sin embargo, no creo que puedan desligarse. ¿Se puede ser leal sin fidelidad, se puede ser fiel sin lealtad?. Si respondemos afirmativamente, a la primera cuestión es que la estamos ligando al sexo el cual puede constituir, por sí mismo, un capítulo aparte desligado del amor. Evidentemente, esto puede ser muy discutible también, pero al menos posible. No puedo pensar, sin embargo en una fidelidad sin lealtad, porque lo segundo engulle al primer término.

 

Lo mejor sería que ambos conceptos fuesen de la mano. Que si te soy fiel, cómo no, también te soy leal y lo contario. Lo que sucede es que el término fidelidad está demasiado contaminado por las relaciones de pareja en exclusividad y cuando nos referimos a él, en ello pensamos. La lealtad la dejamos para relaciones más amplias y genéricas donde el compromiso se vuelve traición al ser roto, pero no una traición celotípica y enmarañada, como puede pasar ante una infidelidad, sino una felonía que pasa a ser delito por la impronta sagrada de honorabilidad, honradez  y nobleza que conlleva.

 

Sigo pensando que ambos conceptos van ligados y que debemos valorarlos juntos. Que si rompes tu compromiso de fidelidad, también destruyes la lealtad que supuestamente has volcado en la persona/s que, en su momento, lo merecían. Pero cuidado, porque algunas veces lo que destruimos es la propia credibilidad ante nosotros mismos y el mal es propio.

domingo, 8 de junio de 2025

LAS 4 LEYES DE LA VIDA

 La primera dice:

"La persona que llega a nuestra vida, es la persona correcta", es decir que nadie llega a nuestras vidas por casualidad. Todas las personas que nos rodean, que interactúan con nosotros, están allí por algo, para hacernos aprender y avanzar en cada situación.

La segunda ley dice:

"Lo que sucede es la única cosa que podía haber sucedido". Nada, pero nada, absolutamente nada de lo que nos sucede en nuestras vidas podría haber sido de otra manera. Ni siquiera el detalle más insignificante.

No existe el: "si hubiera hecho tal cosa hubiera sucedido tal otra...". No. Lo que pasó fue lo único que pudo haber pasado y tuvo que haber sido así para que aprendamos esa lección y sigamos adelante. Todas y cada una de las situaciones que nos suceden en nuestras vidas son perfectas, aunque nuestra mente y nuestro ego se resistan y no quieran aceptarlo.




La tercera dice:

"En cualquier momento que comience es el momento correcto". Todo comienza en el momento indicado, ni antes, ni después. Cuando estamos preparados para que algo nuevo empiece en nuestras vidas, es allí cuándo comenzará.

Y la cuarta y última dice:

"Cuando algo termina, termina". Simplemente así. Si algo terminó en nuestras vidas, es para nuestra evolución por lo tanto es mejor dejarlo ir, seguir adelante y avanzar ya enriquecidos con esa experiencia.

No es casual que estén leyendo esto, si estas palabras llegaron a nuestras vidas hoy, es porque estamos preparados para entender que ningún copo de nieve cae alguna vez en el lugar equivocado".

sábado, 31 de mayo de 2025

GENTE INVISIBLE

 La vida es una sucesión de encuentros. Nacemos en una familia con la que establecemos lazos intensos, generalmente, por afinidad consanguínea y por amor fraternal, pero es curioso como esa familia se forma a partir de dos personas desconocidas.

 

Todos somos desconocidos para otros alguna vez y, en muchas ocasiones, es@s deconocid@s se convierten en lo mejor nuestro.




 

Otras veces, nos encontramos con personas que pasan por nuestro lado por un tiempo limitado, pero trascendental. Ángeles que transitan desapercibidos y que mejoran nuestra vida; seres increíbles que no causan alboroto, pero son un bálsamo para el alma. Muchas veces, coinciden con amigos, profesores o simplemente conocidos de los que no volvemos a saber, tal vez, pero que han dejado una huella definitiva en nuestro proceder.

 

Lo verdaderamente bello es tener una actitud amable, suave y afable en nuestras relaciones de cada día. Puede que nos devuelvan lo contrario, algunas personas, pero serán las menos porque es difícil responder con desdén cuando te hablan con cariño.

 

La amabilidad es la moneda de cambio más preciada para hacer de las relaciones humanas lo más importante de la vida. Lo que realmente solventaría todos los problemas derivados de la envidia, la ira, el resentimiento y la deslealtad.

 

Tod@s podemos ser amables. Tod@s, regalar una sonrisa en un saludo o en una despedida. 

Pongamos un mínimo empeño en ello. Merece la pena porque los resultados serán el mejor premio.

domingo, 25 de mayo de 2025

¿SUELES ADELANTAR DESGRACIAS?

 Somos tendentes a dejar suelta la imaginación. “La loca de la casa”, decía Santa Teresa de Jesús y no con poca razón.

 

Estamos empeñados en que el futuro nos ha de traer sinsabores para los que no vamos a estar preparados y eso siempre provoca un sufrimiento añadido.

 

Sin duda, traerá de todo, porque así es la vida, pero por eso mismo no podemos empezar a idear cómo serán estos. Deberíamos utilizar la estrategia de la barrera. Anclar el pensamiento en el “ aquí” y en el “ ahora”, dejar que corra el viento, esperar a que las cosas sucedan y a que el devenir de ésta marque su rumbo.




 

El pasado, enfocado en lo doloroso, solamente nos puede provocar depresión y el futuro, centrado en lo inesperado, ansiedad. Por ello, debemos evitar caer en uno o en otro y, si lo hacemos, tener la actitud de poder meter el pensamiento en una pompa gigante de jabón que dejemos elevarse al alto cielo y perderse en él.

 

La vida está tejida con momentos, instantes y tiempos de corta duración en los que gozamos y sufrimos. Hilos cortos que nos sirven para entrelazar nuestra historia. Nada que no deje una trama que no pueda remendarse con otros, logrando tapar agujeros o hilar nuevamente lo deshilachado.

 

Cuando lleguen a tu mente pensamientos que te hagan daño, que provoquen tu angustia o que te lleven al sufrimiento, recuerda la imagen visual de la pompa de jabón. Mételos dentro, lánzalos al aire y observa que se elevan y desaparecen finalmente sin dejar rastro, abriendo espacio en tu mente para nuevas ideas que estén ancladas en tu presente.

 

domingo, 18 de mayo de 2025

LA MAGIA DEL ESPEJO

 Mirarte en un espejo despliega la magia de ver más allá de ti. Si miras bien, verás a tus ancestros en tu mirada, comprobarás las tristezas que arrastras, las emociones que niegas o las bondades que esconde tu corazón.

No te engañes cuando mires y reconócete. No es fácil sostener tu imagen, por escasos minutos que sean, en un espejo. Mírate  a lo profundo de tus ojos, resiste la mirada y enséñate a ti mismo lo que te muestra. Él te enseña lo que hay.

Veamos este cuento oriental…




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“Iriku había querido mucho a su padre. Ahora, el anciano se había reunido con los antepasados. A menudo, cuando trenzaba una cesta de bambú, Iriku pensaba:

“Si mi mujer no hubiese sentido tanta aversión por mi honorable padre, él hubiera sido más feliz en la vejez. Yo no hubiera vacilado en mostrarle mi afecto, mi respeto filial. Habríamos tenido largas y dulces conversaciones. Me habría contado cosas de la gente y las cosas del pasado…” Y lo embargaba la melancolía.

Un día de mercado, Iriku el cestero terminó su reserva de cestas más rápido que de costumbre. Se paseaba desocupado entre los puestos, cuando vio que había un comerciante chino que solía vender objetos extraños.

 

“Acércate, Iriku –dijo el comerciante-, mira qué cosa más extraordinaria tengo”. Y con aire de misterio sacó de un cofre un objeto redondo y plano, cubierto de paño de seda. Lo puso entre las manos de Iriku y, con cuidado, quitó el paño. Iriku inclinó la cabeza sobre una superficie pulida y brillante. Reconoció en su interior la imagen de su padre, tal como lo había visto en sus tiempos juveniles. Emocionado, exclamó:

“¡Este objeto es mágico!”

- ¡Sí –dijo el comerciante-, lo llaman espejo, y es valiosísimo!”.

Pero la fiebre poseía a Iriku:

“Te ofrezco todo lo que llevo encima –dijo-. Quiero este “espejo mágico” y llevarme a casa la imagen de mi amado padre”.

Tras largas discusiones, Iriku dejó en el puesto del comerciante todo lo que había ganado aquella mañana.
En cuanto llegó a casa, Iriku se fue al granero y ocultó la imagen de su padre en un cofre. Los días siguientes, desaparecía, subía al granero y sacaba del cofre el “espejo mágico”. Se quedaba largos momentos contemplando la imagen venerada y se sentía feliz. Su mujer no tardó en darse cuenta de su extraña conducta. Una tarde, cuando él dejó un cesto a medio hacer, ella lo siguió. Vio que subía al granero, buscaba en un cofre, sacaba un objeto desconocido y lo miraba largamente adoptando un aire de misterioso placer. Luego lo cubría con un paño y volvía a guardarlo con gestos amorosos. Intrigada, esperó hasta que se fue, abrió el cofre, encontró el objeto, apartó el paño de seda, miró y vio: “¡Una mujer!”. Furiosa, bajó e increpó a su marido:

“¡Así que me engañas yéndote al granero a contemplar a una mujer diez veces al día!”

- ¡Que no! –dijo Iriku-, no te quería hablar de eso porque tú no apreciabas mucho a mi padre, pero lo que voy a ver es su imagen, y eso apacigua mi corazón.

- ¡Miserable mentiroso! – vociferó la mujer-. ¡La he visto con mis ojos! ¡Lo que tienes escondido en el granero es una mujer!

- Te aseguro que…

La discusión se fue envenenando y estaba haciéndose infernal, cuando llamó a la puerta una monja. La pareja le pidió que hiciese de árbitro. La monja subió al granero, volvió y dijo:

“¡Es una monja!”