Lo más importante, en cualquier circunstancia,
no es lo que pasa alrededor, sino lo que pasa dentro de ti. Nadie puede salir
de una crisis si se escucha permanentemente a sí mismo palabras de dolor,
angustia o fracaso.
Solemos rumiar lo que sufrimos como
fracaso, una y otra vez, y con eso construimos nuestro día a día como una
cárcel en la que solamente estamos nosotros llenos de cadenas y grilletes que
nos atan a lo que nos daña.
Aunque nos cueste debemos dirigirnos
hacia lo que nos hace sentir bien. En realidad, el tiempo nos demuestra, casi
siempre, que se puede superar cualquier situación en la que uno se encuentre.
Nos podemos recuperar. No nacimos por casualidad. Nacimos con un propósito que
lleva nuestro nombre y apellidos y que nos está esperando.
Muchas veces, todo nos contamina. Somos
adictos al exterior y a los demás y seleccionamos muy poco lo que nos sirve de lo
que nos daña. Hay que aprender a descartar de la mente todo lo que intoxica
nuestras emociones.
La ansiedad no consume las angustias de
mañana, solo agota la fuerza que tengamos hoy.
La felicidad es una herencia y un
verdadero regalo que está dispuesto para todos. Nadie nos la puede arrebatar,
sin embargo muchas veces la perdemos nosotros mismos sufriendo emociones
tóxicas que nos esclavizan.
Una de las mejores terapias para pasar
una crisis del tipo que sea es la de escribirnos una carta a nosotros mismos,
todos los días. Una misiva en la que podamos redimirnos de frustraciones,
dolores, angustias o traiciones causadas por otros. Dirigida a esos otros, pero
siempre para nosotros.
Poco
a poco, carta a carta, día a día…la pena se va asimilando e iremos haciendo el
duelo que se produce siempre cuando alguien nos falla, tras una ruptura o
cuando alguien se va de nuestra vida.
No hay fórmulas mágicas pero si está la
posibilidad de liberarnos del lastre que tanto nos pesa; lanzarlo al exterior
para que deambule por el infinito sin posibilidad de volver a nuestro corazón.
A veces me parece que eres todas las personas que conozco, y te veo..., gracias.
ResponderEliminarUn abrazo