No hay nada peor
que no creer en uno mismo, aunque sea circunstancial, porque es un factor que
solamente resta posibilidades y no aporta sino desconfianza, temor e
inseguridad.
A lo largo
de la vida, ésta me ha demostrado que efectivamente lo único válido para tener
éxito y estar bien con uno mismo es la estabilidad emocional. Saber gestionar
las emociones y poder equilibrar la mente en base a ello.
La sensación
de fracaso es en realidad un resultado. Se produce cuando tras una serie
concatenada de acontecimientos vamos decidiendo y condenando a nuestro ser a no
dar la talla. La mayoría de las ocasiones todo éste entramado está en nuestra cabeza
y la realidad, aunque ayude a lo contrario, sería un acicate y no un obstáculo
si lo viésemos de otra forma.
Las
comparaciones con los demás, la sensación de saber lo que soy pero no poder
demostrarlo, un ambiente abrumador, un carácter tímido y una sensibilidad a
flor de piel pueden traer consecuencias irreparables.
La fortaleza
tiene que estar instalada en nuestra cabeza antes que en nuestro corazón,
porque los pensamientos son la metralla de la conducta y tal y como éstos se
dirijan obraremos en consecuencia. La cabeza nos juega malas pasadas en
ocasiones y nos limita opciones constantemente o nos amplía campos sin cesar.
A veces
hemos de aprender estrategias de comportamiento, habilidades sociales que nos
permitan romper la barrera de los miedos a ser juzgados, a ser calificados y a ser
repelidos. Cada uno tiene que mostrarse como es y pensar que las opiniones de
los demás son solamente eso, juicios subjetivos a los que cada uno tiene
derecho pero que no deben incidir en nuestro autoconcepto.
La
autoestima debe tener siempre nuestro sello, porque somos valiosos, muy
valiosos, desde el silencio, desde la alegría, desde la extroversión o desde la
timidez. En cualquier caso, de cualquier forma, nuestra valía es única y
diferente a la del resto y eso, nadie ni nada puede anularlo.
Gracias!!
ResponderEliminarA ti por estar aqui!!*
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