sensibilidad de la persona hasta
tal punto que prefiere la fealdad, lo grotesco e inarmónico y las emociones
violentas; alejándola de su centro con la fuente creadora de vida. Y como lo
demostró Dorothy Retallack, la fea estridente mata las plantas, o como lo
muestran las fotografías de Masaru Emoto el efecto de la música heavy metal en
el agua produce distorsionadas formas.
La música, sabiamente usada, puede ayudar a despejar y purificar el cuerpo, las emociones y los modos de pensar. En cuanto más acostumbremos la música excelente en nuestro ambiente, mayor será nuestra armonía con la fuente y esencia creativa consciente.
El sonido afecta a los átomos del cuerpo y de cualquier sustancia material. El sonido tiene el poder de modificar la materia, especialmente cuando se le imprime intencionalidad y dirección. Según la física moderna lo que hace diferente a la materia de la energía es, su nivel de vibración, su frecuencia.
La luz, la materia y el sonido se componen de diversas velocidades de vibración y son el resultado de la octava a la que resuenan. Algunas frecuencias tienen la capacidad de mejorar la percepción espiritual de la conciencia, ya que inducen a que la mente y el cuerpo empiecen a resonar con ellas. Cada frecuencia, realiza una función específica según las leyes del universo.
Lo que percibimos con nuestros sentidos es en realidad campos electromagnéticos “resonantes”, estrechamente interpenetrados. Toda la materia es sonido y emite sonido, aunque estos sonidos se encuentren, en su mayoría, fuera de nuestro campo físico de audición. Nuestro cuerpo físico es también campos electromagnéticos resonantes, como también nuestra aura.
La música, sabiamente usada, puede ayudar a despejar y purificar el cuerpo, las emociones y los modos de pensar. En cuanto más acostumbremos la música excelente en nuestro ambiente, mayor será nuestra armonía con la fuente y esencia creativa consciente.
El sonido afecta a los átomos del cuerpo y de cualquier sustancia material. El sonido tiene el poder de modificar la materia, especialmente cuando se le imprime intencionalidad y dirección. Según la física moderna lo que hace diferente a la materia de la energía es, su nivel de vibración, su frecuencia.
La luz, la materia y el sonido se componen de diversas velocidades de vibración y son el resultado de la octava a la que resuenan. Algunas frecuencias tienen la capacidad de mejorar la percepción espiritual de la conciencia, ya que inducen a que la mente y el cuerpo empiecen a resonar con ellas. Cada frecuencia, realiza una función específica según las leyes del universo.
Lo que percibimos con nuestros sentidos es en realidad campos electromagnéticos “resonantes”, estrechamente interpenetrados. Toda la materia es sonido y emite sonido, aunque estos sonidos se encuentren, en su mayoría, fuera de nuestro campo físico de audición. Nuestro cuerpo físico es también campos electromagnéticos resonantes, como también nuestra aura.
Para
escuchar el sonido de la música hay que calmarse, relajarse y vivir la
experiencia de la música en el momento presente, dejándose envolver e
interpenetrar por el sonido como si se tratara de fluir en una corriente, sin
oponer resistencia.. Sentir gratitud por todo lo que hace posible la sublime
experiencia de ella.
Calmar
la mente centrándonos solamente en “sentir”.
Porqué la caracola recoge todos los sonidos del mar? será que aprendió por siglos y siglos a ser refugio y después oído, trompeta, adorno?... La música que penetra en ella, su vibra y el silencio eterno de una tierna criatura que sucumbió en soledad, todas formando parte de un festival vibratorio eco de la materia, eco del silencio, inspiración del vacío...
ResponderEliminarMe sugieren tu reflexión y la caracola
Que bello lo que has reflexionado!!...quisiera llegar a ser caracola...!. Besos Xara!*
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