Es importante identificar los apegos porque de alguna manera nos limitan e impiden que expresemos todo nuestro potencial.
“Apego” es algo que está pegado a ti. La tarea es soltar, despegarse y encontrar el punto de equilibrio.
A veces, haya apegos que ni siquiera sabemos que los tenemos. Hay que sentarse con uno mismo y tratar de que fluyan en la mente. ¿Qué es aquello que me da vueltas en la cabeza de forma constante? ¿A qué no puedo renunciar? ¿Por qué este juicio, esta crítica llega a mi cabeza cuando estoy en una situación nueva? ¿De qué forma asumo las críticas o soy yo el que critico sin medida?
Es interesante hacer una lista de apegos. Cuando piensas en ello te sorprendes encontrando situaciones, personas, barreras mentales, prejuicios… que te asaltan sin ser consciente y te mantienen “apegado” a situaciones limitantes.
El apego nos limita porque nos impide tener espacio libre en nuestro interior.
El trabajo interior llega una vez identificados. Ahí es cuando tenemos que tomar la decisión de desprendernos de ellos. El apego te absorbe y ocupa espacio dentro para otras cosas.
Hay que crear espacio para que entren cosas nuevas. No podemos apegarnos al dolor. Hay que dejar “salir” para que lo nuevo “entre”.
Haz tu lista de “apegos”; hazla cuando estés a solas, deja que fluyan de tu interior. Siente quien eres realmente y entiende que no necesitas a nadie. A partir de ahí, todo lo que hagas estará impregnado de libertad.
Cuando ames lo harás porque lo elijas no porque lo necesites.
Así con todo.
La rosa blanca con cuyo aroma te has domesticado, nunca se deja de amar y nunca se olvida. No te debes desapegar de ella porque nunca limita, siempre amplia la vida.
ResponderEliminarPero da mucha pena que la coma el cordero por no haber terminado de dibujar el bozal a tiempo.
A veces, los sueños pintan la vida y la llenan de colores. A veces, los sueños es lo único que queda cuando no hay otro refugio en la realidad. Gracias por el comentario y por su gran aporte.
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