Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 4 de octubre de 2017

PONTE EN PRIMERA LÍNEA



Me he convencido que lo más importante es el equilibrio, la neutralidad emocional y el darse importancia a uno mismo.
Nos han bombardeado con la inconveniencia del mal entendido “egoísmo”.  



La educación que hemos recibido nos ha deformado, a veces, y este es uno de los casos. 


Nuestros padres nos enseñaron a ayudar a los demás, a soportar algunos de los daños ajenos, a estar por detrás de los que amamos, a respetar lo  ajeno hasta perder de lo nuestro y a un sinfín de posposiciones en las que siempre estamos detrás y nunca delante.


Si se trata de los hijos, son lo primero; si de nuestra pareja lo único; si de las amigas, por delante, incluso de las conocidas/os a los que antes de ofender nos mordemos la lengua, a no ser que tengamos alguna patología sociópata.


En realidad, parece que nosotros no existimos. Si nos damos un capricho  parece que hemos cometido  una aberración, si decimos “no” parece que estamos faltando a alguna norma, si nos afirmamos en algo lo hacemos bajito o sin la fuerza necesaria para que se nos considere. 


Por eso, hay que ponerse en la primera línea de nuestra atención. Y preguntarnos: ¿Qué es lo que nos hace sentir bien?. Ese es el criterio para actuar, responder, reaccionar o tomar decisiones.


Ser “egoísta” equivale a querernos sin avasallar al resto pero sin dejar que nos ladeen;  es tener en cuenta nuestras emociones, valorar lo que nos hace sentir profundo y actuar en consecuencia.
Se trata de ponernos en primera línea de nuestra visión. De no confundirnos con el resto, por muy cercanos que estén, porque tal vez nos sorprenda que los otros sepan reivindicar su propio “egoísmo” y cuando menos lo esperemos creamos lo que no es.


Colócate delante de ti. Eres lo más importante porque 
 siempre estarás contigo.

No te falles.

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