Estamos
en tiempos de crisis. Crisis de valores, económica, de relaciones y hasta
propia. Es un momento extraño donde todo lo que era o parecía estable se
tambalea.
Estamos
sobre arenas movedizas, en aguas turbias, en pantanos farragosos. Y ahí, en el
medio de la angustia que genera no saber dónde pisas, esperamos que algo suceda
y que la vida vuelva a ser lo que era.
Dicen
que las crisis son buenas, que nos ayudan a crecer, que todo se recoloca
después y lo hace mejor, que aparecen nuevas oportunidades y que la vida renace
tras su paso. Pero en realidad, no lo sentimos así. No al menos durante el transcurso de lo que dura
y tampoco después en mucho tiempo.
Hay
que estar preparados para lo malo y para lo peor. ¿Cómo se prepara uno para la
desgracia?¿o para la muerte?¿o para la pérdida del tipo que sea?. Es harto
complicado.
Cuando
todo parece estar instalado en el caos, cuando todo se derrumba hay que
mantener la calma a pesar del sufrimiento, porque lo que ha de pasar pasará de
igual forma y solamente una actitud libre de expectativas y con capacidad de
aceptación puede salvarnos de nuestro propio miedo.
Este
virus, que parece gustarle estar entre nosotros, posiblemente traiga un mensaje.
Limitar la frenética actividad que el mundo lleva. Nos dice que paremos, que
tratemos de protegernos, de no exponernos tanto y luego, cuando hayamos hecho
caso a su SOS volverá a dejarnos solos para ver qué hemos hecho con la calma.
Aprovechemos
esta ocasión para estar con nosotros mismos.
La
experiencia traerá sus bondades también.
muy de acuerdo con tu mensaje, ojala lo mediten y lo comprendan; que la vida es de retos y alegrias,que es como subir una montaña muy alta, se sufre en la subida, pero que glorioso se siente en la cima, con esa alegria, y la experiencia de haber logrado algo... muy sabias, feliz dia!
ResponderEliminarSimon, efectivamnete, hay que parar en la desgracia y también en la felicidad. Hay que dar espacio a los sentimientos extremos y a las situaciones límites. Probar en ellas que esos límites nos enseñan cuales don nuestros puntos débiles y comenzar a trabajar en ellos. Deliz día y gracias por tus comentarios que siempre animan el blog!
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