lunes, 30 de abril de 2018

LO SENCILLO DE LA FELICIDAD



Lo sencillo no se valora y en ello está la felicidad; esa suave felicidad de todos los días, la que llevamos puesta y solamente notamos si la perdemos.

Agradecer cada instante, lo que nos traiga y las posibilidades que nos da simplemente que todo funciones bien en nuestro cuerpo, es ya la felicidad en sí misma. Si a ello añadimos las pequeñas cosas buenas que nos suceden y las grandes, que a veces,  se nos escapan a la percepción entonces estaremos convencidos de que ya somos felices.




Comparto este breve cuento
_________________________________________________________

El mago, el Zapatero y la Sandalia

Un día de caminata de un lugar a otro, a un mago se le estropearon las sandalias, y se dirigió a un zapatero. Éste empezó a hablar con él, y toda su conversación estaba dirigida a quejarse del dinero que no tenía, de las necesidades económicas por las que estaba atravesando, de lo pobre y miserable de su vida...

El mago le escuchó atento, hasta que el hombre terminó la labor, se levantó y procedió a agradecerle y ya se retiraba, cuando el zapatero lo llamó y le dijo:

"¿Oiga es que no me piensa pagar?"

El mago le miró sonriendo y le dijo:

"Yo soy un mago y nunca traigo dinero, pero pídeme lo que quieras por tu trabajo y yo te lo daré."

El zapatero dijo:

"Dame un millón de dólares, con eso resuelvo mis problemas".

El mago contestó:

"Listo... pero, ¿tú me das tus piernas?"

El zapatero respondió:

"¡No, cómo se te ocurre, mis piernas valen mucho más que eso!... Sin ellas ¿Cómo voy al trabajo?"

"Entonces, dame tus manos."

"No," rehusó, "Con ellas trabajo y ganó el sustento para mi familia."

Pidió el mago, entonces:

"Tus ojos."

El zapatero dijo:

"No me pidas eso... con ellos veo crecer, correr y sonreír a mis hijos, que son los seres que más amo sobre la y a mi esposa que es la que me alienta para darte gracias por un día más de trabajo y por un día más a su lado."

El mago le sonrió y le dijo:

"¿Ves? Lo tienes todo y te quejas de nada;  tú reniegas de ello.
Disfruta de lo que tienes y vive agradeciéndolo sencillamente.
¡Eso ya es la felicidad!

No hay comentarios:

Publicar un comentario