martes, 31 de marzo de 2020

ANTE EL CAOS, LO INMEDIATO



En las situaciones  difíciles, cuando todo parece caer y no vemos soluciones por ningún lado, no queda nada más que un camino. No hacer del futuro un infierno. Nada sabemos de cómo será o no, básicamente porque no tenemos nada más que el presente y dentro de ese presente, la inmediatez del momento.

Posiblemente, la herramienta más eficaz sea esa. Día a día y momento a momento. Centrarnos en lo que hacemos, en lo que vivimos a cada instante y aunque la esperanza no hay que enterrarla, encargarnos de disfrutar de lo poco o mucho que tenemos todavía.



Haz del tiempo de cada verbo un presente continuo.

No queda otra si queremos resistir la desgracia y todas sus consecuencias.

Veamos este breve relato.

“Un hombre se presentó a un maestro y le dijo:
-Mi anterior maestro ha muerto. Él era un hombre santo capaz de hacer muchos milagros. ¿Qué milagros eres tú capaz de realizar?
-Yo cuando como, como; cuando duermo, duermo -contestó el maestro.
-Pero eso no es ningún milagro, yo también como y duermo.
-No. Cuando tú comes, piensas en mil cosas; cuando duermes, fantaseas y sueñas. Yo sólo como y duermo. Ese es mi milagro.”

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