jueves, 15 de junio de 2017

¿Y SI ME ATREVIESE “A” …?



Muchas oportunidades las perdemos por no atrevernos a saltar la berrera de nuestros miedos. 


Miedo a la crítica de los demás, miedo a la desconfianza en nuestras posibilidades, miedo a los propios convencionalismos que campan a sus anchas dentro de nosotros; miedo a lo que nos dijeron nuestros padres que era “lo correcto”, miedo a faltar o miedo a sobrar.


Hay que comenzar por diseñar una escalera pegada al muro gigantesco del miedo.


Cuando logramos dar un pequeño salto sobre los peldaños de esa escalera y alcanzamos el primero, estamos dando la mano al miedo y le estamos invitando a subir con nosotros pero no como enemigo, no como adversario, no como contrincante; sino como compañero compasivo que nos cederá el paso hacia la victoria.


 Hay que atreverse a dar pequeños pasos. El camino se abre en ese tránsito paulatino y lento que iniciamos. Si nos atrevemos “a”… sentiremos una satisfacción inmensa. Una amplitud en el pecho que nos hará sentirnos poderosos; nos dejará el poder de sobrepasar nuestros límites, tantas veces auto impuestos.


Podemos empezar por poco. Atreviéndonos a cositas pequeñas. A variar rutinas diminutas. Podemos empezar por una partícula…y seguir gota a gota, muy despacio hasta lograr situaciones de cambio que empiecen a empoderarnos.


Los cambios bruscos nunca son buenos, ni a veces posibles sin un desequilibrio. Pero si el cambio depende de ti siempre podrás dirigirle.


Gota agota…sorbo a sorbo…bébete tus miedos y haz algo diferente enfocado en lo que te gusta.


La puerta está abierta, solo tienes que dar un pequeño paso para cruzar el umbral y al otro lado encontrarás lo mejor de ti.

No hay comentarios:

Publicar un comentario