jueves, 24 de mayo de 2012

FABULAS ORIENTALES

Comparto estas breves fábulas en las que seguramente encontraremos el sentido del ingenio, a demás de comprender lo pequeño de nuestra visión cuando no vemos más allá de nuestros muros.
Feliz tarde!!

_________________________________________________

Un vecino de Nasrudín fue a visitarlo.

- Mulá, necesito que me preste su burro.
- Lo lamento - dijo el Mulá - pero ya lo he prestado.
No bien terminó de hablar, el burro rebuznó. El sonido provenía del
establo de Nasrudín.
- Pero, Mulá, puedo oír al burro que rebuzna ahí dentro - dijo
Mientras le cerraba la puerta en la cara, Nasrudín replicó con dignidad:
- Un hombre que cree en la palabra de un burro más que en la mía no merece que le preste nada.
Era una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho pozo, donde había nacido y habría de morir.Pasó cerca de allí otra rana que había vivido siempre en el mar.
Tropezó y se cayó en el pozo.
- ¿De dónde vienes? -preguntó la rana del pozo.
- Del mar.
- ¿Es grande el mar?
- Extraordinariamente grande, inmenso.
La rana del pozo se quedó unos momentos muy pensativa y luego preguntó:
- ¿Es el mar tan grande como mi pozo?
- ¡Cómo puedes comparar tu pozo con el mar! Te digo que el mar es excepcionalmente grande, descomunal.
Pero la rana del pozo, fuera de sí por la ira, aseveró:
- Mentira, no puede haber nada más grande que mi pozo; ¡nada! ¡Eres una mentirosa y ahora mismo te echaré de aquí
______________________
Era una rana que había vivido siempre en un mísero y estrecho

2 comentarios:

  1. Interesante, y la moraleja la saca cada uno.

    ResponderEliminar
  2. Gracias¡ Sí seguro que cada mensaje es recibido de una forma diferente por cada corazón. Espero que en cualquier caso, ayude!

    ResponderEliminar