Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 7 de enero de 2015

COMENCEMOS SABIENDO PEDIR



“Al que pida se le dará, dice la palabra. No obstante, a veces nos pareciera que eso no fuera verdad, porque muchas veces pedimos sin tener la respuesta que necesitamos en el tiempo que estimamos. 

Uno de los inconvenientes para recibir lo que pedimos se encuentra en que lo hacemos de una manera dividida. Mientras una parte de nosotros desea cierta circunstancia, otra buena parte de nosotros se resiste a ello sin que nos demos cuenta de esa división. Cuando sucede esto, podemos comprender que esa resistencia a Ser o Tener esa cierta cosa, se encuentra originada en el subconsciente. 

La contradicción entre pedir algo y al mismo tiempo negarse a recibirlo, solo puede deberse a una división interior no consciente. Así, nos parece que el cielo no escucha nuestras solicitudes y no entendemos qué es lo que sucede. Cuando estamos alineados a recibir, las cosas llegan incluso antes de haberlas solicitado. 

Si no hiciéramos resistencia a recibir, el solo hecho de pensar, haría que lo pensado se manifestase rápidamente en nuestra realidad. 

Cuando has pedido sin haber recibido en un cierto periodo de tiempo, puedes pensar en esto. Si el cielo provee incluso antes de haber elevado una oración, el problema no debe corresponder al cielo, sino a tu adecuada alineación para recibir. 

¿Estás pidiendo mejoras de salud o de tu condición económica? Y ¿llevas mucho tiempo elevando tu solicitud? 

Imagina que el pedido está listo, embalado y puesto frente a tu casa, pero que no quieres abrir la puerta, porque tienes alguna razón que te lo impide. Quizás no creas que haya sido despachado tan rápidamente, quizás no crees que es para ti o tal vez temes que se trate de un mal entendido y que luego te desilusiones. Observa esas razones que se oponen a la recepción feliz de tan preciado regalo. 

Es suficiente con pedir una sola vez y el resto solo corresponde a tu alineación, a tu nivel de merecimiento, a tu apertura a recibir. El problema no se encuentra en el despacho de tan preciada mercancía, sino en el destinatario que se niega a recibir”.

Patricia González
www.evolucionespiritual.com

martes, 6 de enero de 2015

EL REGALO DE LA ILUSIÓN



            Cada vez estoy más segura de que el objetivo final de la vida es la ilusión, el entusiasmo y la pasión por lo que deseas, quieres o estimas.

         Acabamos de pasar la mítica Noche de Reyes. Una noche que parece tener significado solamente en los niños. La ilusión es la que, aun sabiendo que los Reyes Magos no existen, perdura más allá para hacer de los regalos, algo diferente.

Me gustaría saber qué se esconde tras los deseos de un regalo. A veces la necesidad de reconocer el afecto, de materializar el cariño o de empatizar con las ilusiones del otro. 

Cuando regalamos, al menos a mí, se me expande el corazón. Es como si el entusiasmo del otro al recibirlo inyectase una corriente de arrebato en mi misma. Su alegría conecta con la que siento y entonces, sea lo que sea el objeto de la entrega, me encuentro feliz.

Muchas personas opinan que no deben existir días marcados para los regalos. Es cierto que rompe la magia del momento. Pero también es verdad que los regalos tienen significado y seguro que ejercen una especie de  hechizo en ambas personas.

Hay regalos, los mejores, que no tienen precio. Y esos precisamente son los que nunca se olvidan, ni se pierden, ni se estropean, ni se disuelven.

No hace falta nada para regalar. Siempre se puede entregar algo simbólico que encierre el misterio de una amistad, de un gran amor, de una ayuda, de un débito…en definitiva de un inmenso agradecimiento por lo que el otro nos entrega o ha entregado en algún momento.

Esta Noche de Reyes que ha pasado seguro que nos ha dejado algún regalo de estos, a veces invisibles a los ojos por carecer de envoltorio y lazo, pero que hará falta poco para poder encontrar.

Miremos en nuestro pequeño microcosmos y veamos si hay algún regalo depositado en el hogar de la nuestra chimenea que mantiene el fuego del corazón. 

Busca, sigue buscando…seguro que lo encuentras.

(Os diré que el mejor regalo que me han hecho se resume en una cartulina muy pequeña enmarcada en un plástico. Su mensaje es de esos que tienen tanto valor que nunca tendrán precio)

domingo, 4 de enero de 2015

ESCUCHAR LA INTUICIÓN


Nada ni nadie nos puede salvar, rescatar o eliminar el dolor que sentimos, excepto nosotros mismos.

Una situación límite es el mejor momento para empezar a conocernos, para indagar en nuestra alma y preguntarnos quiénes somos, qué sentido nos reconfortaría darle a nuestra vida, cómo podemos sernos útiles a nosotros y a los demás.

La intuición es tan real y eficiente como el razonamiento, pero cuenta con el plus de qué sabe qué necesitamos en cada momento y tiene en cuenta nuestros sentimientos.

Surge de nuestra parte divina, no de lo que los demás consideran bien o mal.

La intuición está hecha a nuestra medida. ¿Pero cómo sentir esa vocecita a menudo tan débil que apenas se oye? Aprendiendo a relajarnos y meditando. Parando. Apartándonos a ratitos del ruido del mundo, y estando atentos a lo que sucede en nuestro interior. En silencio.

         La fortaleza aumenta dejando espacio a la intuición. 

Todos nacemos con este don, solo tenemos que recuperarlo.

Merce Catro Puig
autora del libro "Volver a Vivir"



Siempre he aceptado a mi intuición como la parte más sabia de mí. He logrado dirigir su vibración hacia lo que no se ve, hacia  aquello que decimos con la mirada, hacia lo que no se dice con palabras.
El lenguaje no verbal, el mundo del microcosmos que nos rodea impregna todo lo que tocamos, deseamos o promovemos. Incluso aunque pretendamos “engañar” a una mayoría sobre lo que somos, simulando imágenes de nosotros mismos diferentes a lo que nos constituye, nunca lograríamos equivocar a la intuición.
Ella conecta con lo más profundo de cada uno, descubre y se descubre. No hay lugar donde esconderse. Ella lo desvela todo y nos revela todo.
No hacen falta los elogios, ni las críticas, ni las disculpas, ni las justificaciones. Solamente mirar a los ojos y ver en su fondo la verdad con la más sutil intuición.

DOMINGOS LITERARIOS



 HECHOS DE ETERNIDAD

Y dices que ya vendrá,

Que llegarán tiempos mejores

Y que el alba nos encontrará

Juntos y enredados después

De una noche sin descansar.

Y que construirás un palacio

Para mis deseos locos de amar.

Que inventarás jardines y cascadas

Y que dibujarás corazones de nácar

Sobre mi espalda mojada sin pintar.

Y te miro a los ojos, esos que

Siempre me quieren mirar

Y alzo la mirada al cielo

Preguntando cuándo será…

Y me elevo y desciendo,

Salgo y entro de tu mundo

A la realidad y sosiego

El ansia de poderte amar

En lo profundo de mi mente,

Aquí en mi soledad.

Vendrá un tiempo nuevo, vendrá…

Uno que no tenga nombre, ni siquiera edad

Porque amarte no tiene espacio

Ni tiempo, ni puede medirse, ni pesar.

En el centro del pecho

Está sellado hasta el final

Y no podrás olvidarme

Porque tú y yo

Estamos hechos de eternidad.