Abriendo la puerta...

"Si no tenemos paz dentro de nosotros, de nada sirve buscarla fuera"

Francoise de la Rochefoucauld


miércoles, 7 de noviembre de 2012

EL LADO OSCURO

Todos tenemos un lado oscuro. Un inconfesable reducto de perversión, maldad o enconamiento que aflora según la fibra sensible que se active con determinadas acciones o comentarios de los demás. A veces, ese pequeño o gran rincón donde moran las sombras es lo que permite que el resto de la luz ilumine con más fuerza; una fuerza necesaria para contraponerse a él.
Un dios y un demonio moran juntos. Ambas dimensiones de un mismo ser que pugnan por vencer.
Si tratamos de evolucionar, si pretendemos mejorar en nuestro comportamiento, en la forma de ser y sentir es porque no estamos completos del todo. Porque hay aspectos mejorables, porque necesitamos trabajarnos duramente para doblegar esos arranques insólitos en los que apenas nos reconocemos.
No para todos es tan evidente la presencia del maligno o no en la misma intensidad. Hay personas que apenas pueden reconocer la existencia de un punto de quiebro y no son capaces de tolerar, en su pretendida perfección, que asome siquiera al exterior. Hay otras que conocen perfectamente su punto de inflexión y que pugnan por doblegarlo allí donde aflora.
Posiblemente nuestra presencia en esta tierra tenga ese sentido.  Conocer nuestros abismos para rellenarlos con la esperanza de que la sima se haga montaña y nos ayude a estar más cerca del cielo.
No me gusta la gente perfecta, bien se lo crea o bien lo sea. La imperfección es el comienzo de una posibilidad, es el proyecto de una superación, es la ilusión por remontar, es la confianza de poder…
No quiero las cosas terminadas porque si aún falta por llegar el final significa que estoy en el camino y que aún no me dejo caer al ver la meta a mis pies.
Me gusta sentir que puedo ir más allá, que aún hay progreso que alcanzar, que otros confíen en mi superación y que yo misma pueda ir creciendo en cada tropiezo porque al caer podré aún levantarme y  saber cómo se siente el que ha caído primero.
Si fuese perfecta, ahora no existiría este blog, ni vuestra mirada sobre estas letras, ni las ganas de seguir juntos, ni ese lado oscuro que al llegar al punto y final de este post, cada uno va a revisar.
Será buenísimo que lo encontréis…de lo contrario estaréis rayando a la perfección y ese será el auténtico final de vuestra esperanza.

martes, 6 de noviembre de 2012

GENTE DESCONOCIDA


A lo largo de la vida te das cuenta que la mayor parte de la gente que comparte los días contigo ha sido, en algún momento, gente desconocida. Incluso adviertes que hace un tiempo, tal vez, nada te unía a ellos y hoy no sabrías vivir sin el calor de su presencia.
Comenzamos la andadura por la vida de la mano tierna de nuestros padres, sobre todo de la protección incondicional de la madre que nos une con el cordón umbilical al universo estelar. Pero poco a poco vamos recorriendo un camino en el que su presencia se desdibuja para dejar hueco a otros seres que sin saberlo, serán de suma importancia también.
En ocasiones, las personas desconocidas pueden sernos de mayor ayuda que la familia propia. Posiblemente, nada se agradece más que recibir apoyo, comprensión y una mano tendida de alguien al que nada te ata y sobre todo, al que los lazos de sangre no confieren una especial obligación.
Por suerte, la vida te trae a la gente que precisas, vivas experiencias maravillosas con ella o lo contrario. Porque el camino del aprendizaje no podría llevarse a cabo si solamente tuviésemos rosas al lado. Son las espinas las que nos enseñan a bordearlo o a protegernos de él.
Es curioso al menos, mirar a nuestro alrededor y comprobar lo importante que es alguna de esta gente que no conocíamos antes. Pensar que hay una fecha que marca un antes y un después de ella y sentir que llegó en el momento justo.
Los afectos no son moneda de cambio. Se sienten o no. Nada justifica la obligación de tener que amar por un vínculo sanguíneo. El merecimiento es lo que determina la reciprocidad del amor y éste no es sino el propio amor que viene y va de vuelta.
No podemos obligar a querer. Por eso, valoro tanto lo que siento por la gente desconocida que hasta hace poco no significaba nada en mi vida y hoy en día, a través de su propio cariño, lo son todo para mí.
¿Puede existir mayor vínculo que el que establece el amor?.
A esa gente desconocida que ahora lee estas líneas también le dedico mi afecto porque en el silencio sienten, vibran y se emocionan con lo mismo que a mí me hace estremecer.
Estar unidos en estas emociones nos liga con hilos invisibles cuya fortaleza inmensa teje la manta de plumas sobre la que descansamos en este rincón.
Gracias, un beso

domingo, 4 de noviembre de 2012

EL ARTE DE LA SENCILLEZ

La sencillez es una inestimable cualidad que siempre engrandece. Sin pretenderlo, consigue el efecto contrario a lo que significa porque nada se puede admirar más que las personas que teniendo cualidades, comportamientos y actitudes inteligentes y magníficas no lo prodiguen ni hagan de la prepotencia su bandera.
Solo de esta forma se puede ayudar desde la sabiduría del corazón, porque los demás podrán acercarse y les será sencillo acogerse al efecto de red que se teje en torno a lo que nace de lo simple, de aquello transparente y espontáneo.
Nunca me ha gustado aparentar lo que no soy, ni lo que no tengo. ¿Para qué hacerlo así?. ¿Pretender que los demás crean en lo que no hay?.
Muchas personas se creen sus propias mentiras y con ellas van dibujando el mapa de su fantasía. Pero a través de la apariencia no se puede ver con claridad.
La comprensión emana de la sencillez de la mirada del corazón. Sólo cuando uno se acerca con verdadera apertura, sin bordes, sin aristas, sin puertas, sin barreras…puede entender.
Las capas que ponemos sobre nuestra verdad la convierten en humo y se esfuma, hasta el punto que cuando queremos encontrarla se  ha ido hace mucho tiempo y en su defecto ha dejado una marioneta que baila al son de las falacias.
La sencillez es todo un arte porque hoy,  posiblemente quizás más que en ninguna época, se valora lo que creemos que los demás tienen, lo que pretendemos tener nosotros o lo que otros estiman que nos hace más poderosos. Pero lo que de verdad engrandece no es lo que se tiene, sino lo que se es en apertura con la compasión, el amor y la empatía hacia los demás.
Ser sencillos nos acerca al resto con la inocencia de un niño que mira a los ojos de su padre con infinito amor sin condiciones. Abre nuestro corazón y lo deja de par en par para que los demás puedan pasar sin temor al rechazo.
Ser sencillos, en definitiva, nos libra hasta de la maldad del que agrede en nombre de lo justo porque le desarma con la simple mirada de quien no oculta nada porque nada tiene que temer.
La sencillez prodiga la calidez más tierna cuando se inicia un mismo camino aun por distintas sendas porque todo es posible con la gente sencilla y difícil con aquella que solamente tiene como objetivo parecer lo que no es.

DOMINGOS LITERARIOS

El amor está siempre, llenando todos los lugares, extendiéndose por todos los espacios…
El amor está ahí… sobre tus manos…en el centro de tu corazón, en el borde de tu alma…
El amor te invade sin quererlo y quiere reposo en ti…
El amor te elige y llega para quedarse aunque no lo sepas…
El amor te impele, pregunta, escarba, rasga y encuentra…
Pero sobre todo el amor reposa y se mece en el fondo de tu esperanza como si de un tierno bebé se tratase, esperando tu alimento, tu cuidado, tus caricias y la infinita dedicación que precisa para crecer…
El amor nunca se esconde; grita y ríe, da vueltas viene y va…pero siempre regresa…
El amor vibra en tus entrañas y no pregunta si deseas que se quede porque entiende que tú tienes solamente miedo cuando le rehúyes…
El amor te equilibra, serena y calma tus ansias de venganza…
El amor te devuelve a ti mismo, te ayuda a encontrar los caminos de salida para regresar a casa…
El amor siempre está dispuesto a lo que a ti te hace pleno de felicidad…siempre atento, siempre alerta por si tiene que extender su mano para no dejarte caer…
El amor va contigo donde quiera que te vayas; no te abandona jamás… porque vibra contigo, siente contigo, vive contigo en una absoluta comunión donde se hace tú sin que te des cuenta…
Por eso te quiero…con este AMOR que no termina porque fue siempre y seguirá siendo hasta que los dos seamos UNO definitivamente.
¡Feliz Domingo!

LA VIBRACIÓN DEL AMOR

viernes, 2 de noviembre de 2012

LOS MOMENTOS MEJORES

Los mejores momentos de nuestra vida no podemos contarlos a nadie, por lo general. Son instantes únicos, vividos en la soledad o compartidos con alguien de especial valor para nosotros. Pero ciertamente no podemos compartirlos porque entonces perderían todo el componente mágico que los envuelve. Ese saberlo solamente para nosotros, esa confidencia nunca hecha que se mantiene intacta en el silencio de nuestro corazón es lo que a la larga mantiene el templo que sostiene nuestro bagaje de entusiasmo por lo que solamente es nuestro.
A lo largo de la vida hay momentos especiales. Hay personas especiales. Hay historias especiales. No todo el balance es negativo. No solo queda el sufrimiento, también los recuerdos, las vivencias y ese aroma de felicidad que aún habiéndola perdido, existió.
No es igual que hayan pasado los acontecimientos que no lo hayan hecho nunca. Porque uno, al menos, tiene sensaciones, emociones y evocaciones de lo que un día sucedió. Tiene imágenes, colores, sonidos, olores…que están grabados en el alma para quedarse por siempre. De lo contrario solamente hay vacío, una nada sin fondo que se dilata hasta el infinito cuando queremos llenarla de memoria.
Hay que atreverse a vivir. Hemos de abrir la puerta a lo que deba suceder. Y vivir, vivir y vivir incansablemente. Porque solamente la experiencia nos lleva a llenar el depósito del fuel que mantiene las ganas de seguir.
No me arrepiento de nada de lo que ha sucedido en mi vida. No quiero arrepentirme de lo que pueda dejar de vivir por elegir el miedo, la comodidad o la seguridad. Necesito sentir que la vida corre por mis venas, que la magia de recordar obliga a la necesidad de vivir. Y pienso, una y otra vez, en que no quiero una cárcel sin rejas, en mi mente, que me impida experimentar lo que mi corazón necesita porque si no soy feliz tampoco podré proyectar ese entusiasmo a los demás.
Luego…vivir momentos inolvidables solamente dependerá de la actitud con la que abracemos cada sorbo de vida que nos llegue sin etiquetar. Así, desnudo y natural, fresco y divertido. Capaz, de cualquier modo, de hacernos sentir que nuestra vida ha merecido la pena.

jueves, 1 de noviembre de 2012

HUIR DE TI MISMO

No podemos huir de nosotros mismos y por más que corramos hacia delante, más nos encontraremos con el viento en contra de nuestro deseo.
A veces, reconocemos en nuestro interior a una persona desconocida. Un ser extraño que ocupa los lugares más íntimos, los sagrados huecos reservados a la más delicada parte de nosotros.
Somos uno pero nos confundimos con muchos otros. Integramos, a veces inconscientemente, un sinfín de pedazos de otra gente que se ha cruzado en nuestro camino; porque todos dejamos huellas imborrables que aunque apenas se aprecien, dibujan el mapa de nuestro carácter. Es gente que nos ha convulsionado con su presencia pero incluso aquellas otras personas que levemente parecen haber estado. Todas y cada una depositaron su impronta en nosotros y de ello somos herederos.
Huimos a ninguna parte. Cambiamos de gentes, de países, de paisajes…tratando de encontrarnos con otro yo diferente que no nos recuerde al que sufre, al que teme, al que restriega su corazón contra la pared o al que ha dejado la piel de su alma en algún pedazo de vida que ya no es suya.
Escapamos desde la imagen devuelta por el espejo y que no queremos ver. Buscamos olvidar en otros brazos, otras miradas y otros labios, tal vez, pero nunca podemos alejarnos de nosotros mismos. Ahí estamos, atados a nuestra sombra para ser uno con ella.
No podemos evitar, estemos donde estemos, que un día sin saber cómo ni por qué, nos despertemos con el YO de siempre sentado a nuestro lado hablándonos al oído para decirnos que lo único auténtico que perdurará siempre es el amor que hayamos entregado y gozado. El resto no importa; ni en tiempo ni en lugar.