Durante unos días no podré seguir escribiendo en este blog por lo que haremos un intermedio que nos sirva para reflexionar, mejorar y aplicar la dieta de la felicidad de la que venimos hablando este último tiempo. Para celebrar que seguimos juntos este camino de mejora personal y vital en el que estamos y sobre todo para festejar este rincón nuestro que se queda aquí esperándonos…os voy a presentar una tarta muy especial para que cada uno deguste según necesite.
Mi entrañable amigo Félix Gutiérrez ha dispuesto los ingredientes con sumo cuidado y a él debemos esta suculenta receta. Espero que tomemos todos juntos un pedazo y si alguien quiere sugerir alguna variación para tener otros momentos dulces como éste…que nos lo deje aquí amablemente.
Receta original:
Una tasa de autoestima; dos de positivismo; una de tolerancia; media de fe en los demás; dos cucharadas de buen genio; una pizca de ironía y espolvorear todo con Fe en Dios.
Revolverlo todo lentamente sin agitar demasiado, la masa obtenida extenderla sobre una mesa previamente enharinada con lecturas y pasatiempos amables y música edificante y repartir la masa de tal manera que al colocarla en el horno crezca lentamente y de ella obtengamos el pan diario con que nos alimentaremos sin exceso.
Se puede compartir este pan con todos los comensales de la casa y alcanza para todas las personas que nos encontremos en el curso del día.
Se recomienda mantener abrigado el pan con la silenciosa oración a quien todo lo da.
Añado un punto de paciencia que el mismo chef me sugirió y una sonrisa amable llena de amor al estirar el brazo para compartir un pedazo.
Con todo mi cariño